Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú]

Me Arrepiento... O eso creo

...

Se dirigió rápidamente hasta la sala común para poder aclarar las cosas con Tom, aunque en realidad no había nada que aclarar, todo lo que había escuchado era cierto y eso era lo que a Neela le preocupaba.

Tocó la puerta de su cuarto esperando pacientemente, hasta que Orión abrió la puerta.

—¿Tú qué haces aquí?— preguntó observándola de arriba a abajo con los ojos entrecerrados y el cabello enmarañado, ya que estaba durmiendo.

—Al parecer tu cuerpo no sabe el significado de "siesta embellecedora" — opinó y apesar de estar preocupada no pudo evitar sonreír —Estoy buscando a Tom ¿Está aquí?

—No lo sé, con los ojos cerrados no se puede ver mucho— Neela analizó la frase unas diez veces mientras miraba confundida a Orión.

—Por ti, Slytherin no gana la copa de las casas— se quejó pasando a su lado para entrar al dormitorio, pero Tom no estaba ahí, salió observando una última vez a Orión.

Dio mil vueltas al castillo en busca de Riddle en esa noche, hasta buscó (con miedo) en la cámara de los secretos, pero el resultado fue el mismo, y aún así no se rindió y buscó hasta que no pudo aguantar más y se quedó dormida cerca de las cocinas.

Escuchó como una voz la llamaba, y luego sintió como la movían en busca de respuestas, finalmente abrió los ojos y se sobresaltó al darse cuenta de que se había quedado dormida, frente a ella estaba aquel joven de intercambio de Beauxbatons que ahora estaba en Hufflepuff.

—Lo siento, no era mi intención asustarte— se disculpó tímidamente desviando la mirada —Pero supuse que tendrías clases a las que ir, además de que no te hará bien dormir sobre barriles— rió nervioso.

—No, está bien, gracias. ¿Eric Pierre Yaxley, no?— él asintió aún con esa sonrisa brillante en el rostro.

—Aunque mis amigos me dicen Eric, lo prefiero a "Pierre"— dijo en broma empezando a caminar junto con ella —¿Y tú?

—Em... Yo soy Neela Bloom— titubeó nerviosa por primera vez decir su nombre a alguien, temiendo cómo podría reaccionar.

—Cool— fue lo único que respondió —Si no te incomoda ¿Por qué dormías ahí?

—Pasé toda la noche buscando a alguien por el castillo, pero no le encontré.

—¿¡Por todo el castillo!?— preguntó asombrado —Dicen que es muy grande— mencionó con un brillo en sus ojos que podía relucir completamente su emoción.

—Lo es, por eso me quedé dormida— Eric analizó lo que le acababa de decir unas cuantas veces, pensando en lo que podría responder.

—¿A quién buscabas? Si se puede saber, claro— ése tono rojizo volvió a sus mejillas una vez más, resaltando su tez blanca y combinando con sus ojos verdes.

—A un amigo... — no supo si complementar la respuesta o dejarla así, pero su instinto le hizo confiar en él, parecía ser un buen chico —Descubrió que todo éste tiempo he actuado a sus espaldas, pero era por su propio bien.

—Supongo que es alguien a quien no le gusta ser corregido, es decir, si no acepta que lo hiciste por su bien es porque es, ¿Cómo decirlo?...

—Terco— interrumpió ella, él asintió.

—Exacto, o quizá simplemente lo que le dolió fue la mentira ¿Qué tan grave fue?— Neela suspiró mirando al piso sin ganas.

—Para él; mucho. Para mí; del tamaño del mundo— formó una mueca desganada mientras aún caminaban por los pasillos.