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Desde el momento en que abrió aquella puerta, supo que para lograr su objetivo tendría que mentir y traicionar a quienes la habían traicionado. Sabía que Dumbledore trataba de dejar en su pasado a Grindelwald, y por eso no quería hablar de su tío-abuelo con él, ya que no quería reabrir la herida que tanto le costó cerrar.
Pero si quería lograr su propósito necesitaba saber en dónde estaba, y siendo consciente de que a su madre no le sacaría su ubicación ni con un veritaserum, tenía que saber por el único mago viviente que convivió con él, y mientras más información, mejor.
Aunque su aventura no terminaba aún, todavía tenía que descubrir el lugar exacto en que Nunmengard estaba, lo que no era nada fácil, y hablar de ciertas cosas con el que fue el hermano de su abuela, Grindelwald.
—¿Podemos... Parar... Por... Favor?— preguntó Eric entre jadeos, al voltear a verlo, Neela se dio cuenta de que gotas de sudor se deslizaban por todos lados donde tuviera pecas (que era en toda la cara).
—Oh, sí. Lo siento— respondió colocando su mochila en el piso para sacar la carpa y armarla, habían caminado aproximadamente dos kilómetros desde donde fueron botados por el traslador.
El sol ya se estaba ocultando y el cielo estaba tomando un color lila suave anunciando la llegada de la noche, con sus varitas elevaron la tienda y al entrar colocaron sus cosas en los diferentes cuartos que habían.
Eric casi en seguida se dirigió a la cocina
—Cocinaré "Soupe à l’oignon"— anunció con su acento francés que, sin saber por qué, le causaba tanta risa a la rubia, pero aún así lo vio confundida.
—¿Qué?— Eric rió prendiendo la estufa y empezando a picar cebolla.
—Suena mejor que su traducción de "Sopa de cebolla"... Pero sabe mejor de lo que imaginas— se apresuró a decir al observar su cara de desagrado —Las cebollas son preparadas con mantequilla, se colocan en la sopa junto con un pedazo de pan que encima tiene queso gratinado y... Ya verás que te gustará.
—No lo dudo— dijo fingiendo entusiasmo, ella no era muy demandante para la comida pero las cebollas tenían un don especial para fastidiarla. La última vez que la comió fue en un puesto de comida muggle y al comerla sintió un horrible ardor en la garganta (la cebolla no estaba acompañada de nada).
Mientras esperaba a que la cena estuviera lista, se colocó una vieja manta sobre los hombros y salió al claro para observar las estrellas en el cielo, ya que según le dijo la maestra de adivinación en su tercer curso, los centauros se basaban en las estrellas para respaldar sus predicciones.
Ella no quería ver ningún futuro en ese instante, sólo quería encontrar algún camino en las estrellas como los navegantes hacían tiempo atrás, buscando algún camino que la guiara hasta su tío-abuelo, pero su búsqueda se vio interrumpida cuando Eric anunció que la cena estaba lista.
Y se sorprendió al ver un realmente apetecible platillo frente a ella, que desprendía un aroma igual de delicioso, se sentó frente a él mirándolo asombrada porque tuviera razón en lo que le había dicho.
—Si tenemos suficiente tiempo mañana, prepararé Ratatouille— dijo dando un bocado a la sopa, exagerando sus gestos cuando el caldo se posó en su paladar, y mientras Neela reía por sus caras, un cuervo negro llegó posandose en la mesa.
—¡Tanatos!— exclamó recibiendo con alegría al cuervo, ofreciéndole un poco del pan que su sopa tenía —Tardaste menos de lo que esperaba— agregó desenrollando el pergamino que traía en una de sus patas, abriéndolo para leer la respuesta de Tom (no en voz alta).
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Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú]
FanfictionAquel que nazca bajo el efecto de una poción de amor será incapaz de poder sentir algo, eso es lo que Dumbledore decía, pero ella no estaba tan segura de eso. A veces le tenía envidia de que no pudiera sentir el dulce veneno del amor, que puede lleg...