¿Dónde fue Dumbledore?

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Estando frente a la puerta del salón de pociones, no se lo pensó dos veces para tocar, y cuando el profesor Slughorn la invitó a pasar no se dio la oportunidad de pensarselo dos veces porque ya había cerrado la puerta atrás de ella, Horace, al ver que era su alumna estrella, formó una sonrisa llamando la atención de la clase al golpear con su varita el escritorio.

—Estudiantes, permitanme presentarles a Neela Bloom— afortunadamente para ella, no hubo ningún murmuro a diferencia cuando anunciaba su nombre a otras personas, quizá ellos no tenían consciencia de lo ocurrido por su corta edad —La mejor alumna que he tenido en mucho tiempo junto con su pareja, Tom Riddle— al parecer lo que más le agradaba a Slughorn era la idea de que en algún futuro tuvieran un bebé y éste sacara maravillosas cualidades en pociones gracias a sus padres, lo que hacía colorar a Neela cada vez que lo recordaba.

—Hola...— dijo un poco incómoda al ver que todas las miradas estaban fijas en ella, avanzando al lado de Slughorn, quien se veía muy intusiasmado con la idea de que Neela le ayudara a dar clases, por lo que, al ver su emoción, dejó el asunto de Dumbledore de lado por un rato.

—Estamos viendo las propiedades de las hierbas mágicas y sus usos— le explicó dándole un libro —Mientras yo explico tú responderás preguntas ¿De acuerdo?— la rubia asintió tomando asiento en una silla junto al escritorio, respondiendo las dudas de buena manera por dos horas seguidas, cuando la clase acabó y los niños estaban guardando sus cosas, se acercó al profesor Slughorn, que revisaba los apuntes de Liam Murphy.

—Profesor ¿Podemos hablar?— él asintió terminando de explicarle al niño acerca del asfódelo, con la distracción aprovechó para tomar el recipiente con colas de rata junto al codo del pequeño, que al siguiente instante movió su brazo para tomar su mochila y guardar sus cosas, pero gracias a que Neela quitó el recipiente ninguna tragedia pasó, y Slughorn pudo darse cuenta de lo que había ocurrido.

—Gracias por lo del recipiente, tengo un poco de prisa por llegar al comedor y limpiar me quitaría tiempo— le dijo igualmente guardando sus cosas en los cajones del escritorio para después salir del salón con la rubia a sus espaldas sorprendida de que se hubiera dado cuenta —Dime, Neela ¿En qué te puedo ayudar?.

—Bueno, es acerca del profesor Dumbledore ¿Sabe en dónde se encuentra o por qué no está dando clases?— el profesor Slughorn asintió con una sonrisa en el rostro como si se dijera un "Te lo dije" a sí mismo, al parecer imaginándose que le preguntaría acerca del profesor de Transformaciones.

—Oh, sí, Albus. Pidió un permiso familiar al profesor Dippet para irse del colegio unas cuantas semanas...

—¿¡Semanas!?— interrumpió Neela exaltada, no sabía si podría tolerar semanas con esas "predicciones" que empezaba a tener —Lo siento...— se disculpó por haber subido su tono de voz, colocando su brazo frente al profesor para que se detuviera por un momento en la esquina para no ser golpeado por la mochila que Orión le aventaba a Abraxas y Abraxas a él, para después seguir caminando.

—Supo que preguntarías por él así que me dijo que te diera un recado— explicó sacando de su bolsillo un pedazo de papel doblado en cuadritos, extendiéndoselo a la rubia —No te preocupes, no leí su contenido, tiene un buen hechizo de protección. Ahora, si tienes alguna otra duda me temo que tendrá que esperar, muero de hambre.

Neela vio el pedazo de papel que Slughorn le había dado, después dirigiendo su mirada al mago, pero ya se había perdido entre los montones de estudiantes que iban hacia el comedor, empezando a andar hacia las mazmorras mientras leía el contenido de su carta.

"Hola Neela, si estás leyendo ésto entonces tu madre tenía razón, la etapa de saberlo todo y a la vez nada ha comenzado.

Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora