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—Hagrid... ¿Te gusta Penélope?— preguntó tratando de disimular su sorpresa en el rostro, el semi-gigante negó frenéticamente con la cabeza y cuando se levantó para decirle "Claro que no", terminó tirando la taza al piso y regando el té por todos lados.
—No, no, no, no, no... Bueno, quizá—murmuró mientras recogía los pedazos, y antes de que Neela pudiera decir algo él añadió —Pero seamos honestos, Neela. Una mujer como ella no le prestaría atención a un semi-gigante como yo, que a sus 15 años es un alumno expulsado que trabaja como guardabosques...
—En el mejor colegio de magia y hechicería del mundo— interrumpió Neela agachandose para ayudarlo a levantar los pedazos sobrantes, y cuando el desastre estuvo limpio, lo miró a los ojos con una sonrisa tomando su mano (que era del doble de tamaño que la suya) —Hagrid, eres la persona más generosa y amable que he conocido en casi toda mi vida, créeme que no sería difícil que Penélope se fijara en ti, además, en el desayuno no te quitaba los ojos de encima— canturreó mientras tomaba su mochila y la colgaba en su hombro —Nos vemos luego amigo mío, tengo que ir a la clase de astronomía.
Cuando abrió la puerta, ahí estaba Tom, con el puño arriba a punto de tocar, pero lo bajó en seguida al ver que Neela ya se iba, dándole su mejor sonrisa forzada a Hagrid, quien se despedía de Neela moviendo la mano aún procesando lo que la rubia le acababa de decir.
—¿Te la pasaste bien?— preguntó posandose por unos segundos detrás de ella, quitándole la mochila de sus hombros para ahora cargarla él —La mía está en el salón— explicó.
—Sí, fue divertido, no te imaginas cuantas cosas ha hecho Hagrid desde que lo expulsaron, es un alivio que esté de vuelta en Hogwarts, es decir, aquí tiene hasta su propia chosa— respondió Neela con una sonrisa en el rostro, pero al ver la cara de Tom se dio cuenta de que sólo estaba preguntando por ser cortes, ya que en realidad no quería saber nada de el "gigantón".
Neela paró y lo tomó por los hombros colocándose frente a él para que hiciera lo mismo, después sus manos se deslizaron hasta su cuello, después a su nuca y al final en sus cabellos negros, y la rubia ocupó ésto a su favor para pararse de puntitas y atraerlo hacia ella, depositando un dulce beso en sus labios.
—Fue muy lindo de tu parte el dejarme ir, prefiero saber que tú estás de acuerdo con que vaya, porque así mi consciencia está más tranquila a diferencia de ir a tus espaldas— Tom formó una sonrisa de lado que tenía más bien la apariencia de una mueca —Eres bueno, Tom, sólo que no te gusta serlo. ¿Pero, sabes qué obtienen los niños buenos?— el pelinegro negó actuando como si no supiera de lo que estaba hablando —Recompensas— susurró en su oído, dando un rápido beso en su mejilla —Y la obtendrás tarde o temprano, ya que ahora estoy ocupada.
—¿Ocupada? Si lo dices por las clases entonces puedo esperar, o... o nos saltamos la lección del día de hoy, la maestra no se va a dar cuenta— inquirió casi en un tono de súplica, Neela negó riendo por la actitud de su pareja y casi arrastrandolo hasta el salón en la torre más alta del castillo.
Aunque la última clase del día concluyó antes de lo planeado, ya que la profesora quería mostrarles las constelaciones en el cielo y enseñarles cómo medir su distancia sólo con los dedos, pero cuando llegaron al salón, el cielo parecía no tener estrellas en el, estaba muy oscuro y apenas y se podían ver destellos plateados.
Tom no dudó en usar eso a su favor para poder guiar a Neela hacia la sala de menesteres, y para su sorpresa, no hubo más acercamiento físico que besos y abrazos, ocuparon la noche sólo para hablar una y otra y otra vez. Al llegar la hora de cenar, ambos regresaron al Gran Comedor y se sentaron juntos.
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Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú]
FanfictionAquel que nazca bajo el efecto de una poción de amor será incapaz de poder sentir algo, eso es lo que Dumbledore decía, pero ella no estaba tan segura de eso. A veces le tenía envidia de que no pudiera sentir el dulce veneno del amor, que puede lleg...