El efecto de la maldición.

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...

—Bueno, para ésto hay algo que debo de aclarar primero— Neela lo miró atenta para indicarle que prosiguiera —Tu abuela también me habló de las cartas que te mandaron desde Beauxbatons y las personas de las que se trata, ahora que ya lo sabes, puedo continuar. ¿Recuerdas a Davina, la única hija de Arwen?— la rubia asintió —Después de lo de su madre, terminó con sus estudios y se fue de Hogwarts, ya que estar ahí le dolía porque cada rincón que miraba le recordaba lo sola que estaba. Se refugió con aquella bruja vidente asiática amiga de su madre, viviendo en su casa con su familia. Pero cuando los padres de la bruja murieron y el esposo de su recién fallecida hermana se quedó con la casa y con la hija recién nacida por la cual había muerto su mujer, corrió a Davina. La vidente la apreciaba y le había prometido a Salazar y a Arwen que cuidaría de ella como si fuera su propia hija, por lo que se fue con ella y se llevó también a su sobrina, pues sabía que su cuñado era un mal hombre que en cualquier momento podría faltarle al respeto.

—¿Entonces su sobrina jugó el papel de la hija que nunca tuvo?— preguntó recordando la maldición que Rowena había puesto sobre ella y Arwen.

—En realidad no. La niña al poco tiempo murió y ella quedó embarazada de un hombre que había conocido en su travesía por el mundo (con el cual cuidaba de Davina como si fuera su hija). No entendieron cómo podía ser eso posible si tenía una condena injusta que pagar, pero, la ahora adulta Davina, llegó a la conclusión de que había sido una vida por una vida, y aunque habría un precio que su familia pagaría tarde o temprano, a la bruja no le importó.

—¿Y qué tienen que ver con ésto las cartas que la novia de Collin, Vallerie, me envió desde Beauxbatons?— Tom se paró del sillón para nuevamente sacar algo de su mochila, pero esta vez era un retrato más pequeño, que fue el encargado de robarle un grito ahogado a la rubia cuando vio de quién era.

—Supongo que ya habías visto antes a Meribeth ¿No es cierto?— Neela asintió boca abierta, y cuando tocó el recuadro no tuvo que esperar a que Tom le diera las respuestas.

—Meribeth es la bis-nieta de Davina... — dijo aún sin creer en sus propias palabras, cerrando la boca al notar que ésta seguía abierta —Por eso se me hacía conocida, me recordaba a Helena...

—Y supongo que ya pudiste descifrar quién fue el padre de la hija de Meribeth— Bloom tragó saliva poniendo su mente a trabajar lo más rápido que pudo, para después responder.

—Esto fue siglos atrás, estudiante de Beauxbatons en busca de algo, su apodo era "Nick", y si él fue quien escribió el libro con la información que Meribeth le dio, sus iniciales son "N. F.". Entonces él es... Es... Él es.. Es...

—Nicolas Flamel, en efecto— la acompletó Tom al ver que no se veía lista o preparada para terminar la oración —Para ésto debo de resumirte que la descendencia de la bruja asiática estéril estuvo ingeniandoselas para lograr continuar echando raíces, y justamente los más recientes que se negaban a practicar las mismas costumbres que su familia para conseguir un bebé, fue a quienes Flamel entregó a su hijo.

—Pero, no entiendo ¿Entonces de dónde salió la maldición que nos acosa a mi abuela, a mi madre y a mi?— el pelinegro carraspeó, preparándose mentalmente para decir la oración.

—Hay algo que olvidé mencionarte...

—¿Qué es?— Tom tragó saliva y contestó.

—Davina descubrió al poco tiempo que su tía Rowena también la había hechizado como su madre, Arwen, había hecho igualmente con la hija de su hermana, Helena. Pues le dio la capacidad de convertirse en sepriente a su gusto y conveniencia, lo que le resultó muy útil, hasta que un día ya no pudo volver a su forma humana.

Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora