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Los días y las semanas pasaban y YeonJun y SooBin cada vez se distanciaban más.

Ya casi no se besaban, ni se abrazaban, tampoco se decían cosas lindas, solo de vez en cuando por llamada o mensaje.
SooBin quería ser cariñoso, pero no podía, así que seguía manteniendo cierta distancia de su mayor.
En cambio YeonJun estaba enojado, todos los días estaba enojado, tanto que ni siquiera quería besarlo. Ya casi no le respondía las llamadas de su novio, o tardaba en contestarle.

Ese día, sin embargo, YeonJun quería salir con él, quizás así podrían arreglar las cosas y pasar más tiempo juntos.
Se verían en el parque donde ambos se declararon, el mayor pensó que ese recuerdo lo haría sentir mejor.

YeonJun se vistió lo mejor que pudo, se maquillo, e incluso hizo ondas en su cabello. Quería verse bien.
Mientras caminaba al parque, compró un tierno llavero de un conejo de peluche que había visto en una tienda. Pensó en regalarselo a su SooBin.

Llegó al parque y esperó sentado en una banca.

SooBin le había avisado que estaba por salir de su casa, así que sonrió.
Si, estaba enojado con él por separarlos, pero no se lo había dicho. Además, sabía que de cierta forma no era la culpa de SooBin sentirse así de mal. Fue criado en un mal ambiente, dónde le dijeron que todo lo que estaba haciendo ahora, era malo. Lo comprendía un poco.

Sonrió pensando en él. SooBin era tonto y asustadizo, pero lo amaba.

Estuvo unos diez minutos en el parque, le parecía raro que el menor llegará tarde, pero no sé preocupó.
Aunque si lo hizo veinte minutos después.
Su celular sonó. Era SooBin.

–¿Binie? Te estoy esperando, cariño.

–Hyung, no podré ir, lo siento.

Y cortó.

La sonrisa de YeonJun desapareció lentamente, hasta que su mueca cambio completamente a una de tristeza.
Lo había plantado.

Miró el parque, analizando la situación y tratando de no estallar en llanto.

Tomó su celular y marcó el último número con el que había hablado.

–¿Hola? ¿YeonJunnie?

–JungKook, uh– su voz se quebró– ¿Puedes venir al parque cerca de mi casa, hyung?

...

Hacía más de un mes que YeonJun había comenzado a hablar con JungKook. No eran mejores amigos, pero eran cercanos.
JK, como YeonJun le había apodado, era carismático y graciosos, siempre que se sentía mal, su mayor lo hacía reír. Era un hyung genial.

–Oh, entonces... ¿Te plantó y ya?– JungKook estaba sentado a su lado, abrazándolo por los hombros mientras lloraba.

–Si hyung... Dios, me siento tan idiota– seguía llorando sobre el pecho de su mayor.

–No cariño, el idiota es él, por no valorarte como debería– limpió las lágrimas del rostro del menor con sus pulgares– Hey, si quieres, puedo invitarte yo a tomar un helado– le sonrió.

–No me siento tan bien para salir, hyung... Lo siento.

–Está bien, lo entiendo– acarició su cabello con cariño– Entonces me quedaré aquí contigo, hasta que te sientas mejor– sonrió y lo abrazó.

YeonJun se sentía protegido y querido en los brazos de JungKook, pero aún así, su corazón no dejaba de doler.

Si, solo lo había dejado plantado una vez, para otros quizás no era nada, pero teniendo en cuenta de que SooBin ya estaba alejándose de él, ésto era una clase de detonante.
No podía sentirse peor.

➣➣➣

cap. editado ♡


𝔸𝕟𝕕 𝕨𝕙𝕒𝕥...? ➣ 𝘚𝘰𝘰𝘑𝘶𝘯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora