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Apagó la colilla de su cigarro.
Se preguntó porqué RyuJin había llegado después que él, eso nunca había pasado.
La menor se sentó al lado de él con una sonrisa.

–¿Has atendido a muchos clientes, Binie?

El mayor se sorprendió ante el apodo.

–¿Qué rayos te pasó?– RyuJin rió.

–Nada, solo... Estoy felíz... Hablé con ChaeRyeong hoy, ella me dijo que terminó con su novio y que siente mucho todo lo que dijo, y yo también le pedí disculpas... Luego le dije que la amaba y ella dijo que sentía lo mismo– sonrió con las mejillas sonrojadas– Ésta vez vamos a tomarnos las cosas de manera sería, pero vamos lento, aunque hay una posibilidad bastante grande de que comencemos a salir en un futuro cercano– sonrió aún más y se aferró al brazo de SooBin. Estaba realmente emocionada.

–Wow, esa es una buena noticia– el mayor le sonrió a pesar de no tener un gran ánimo.

–Si, me siento muy felíz...

SooBin permaneció en silencio. Un cliente entró y ambos se pusieron a trabajar.

Al pasar el tiempo, el mayor decidió hacer una pregunta que hace mucho tenía ganas de hacer, pero que no sabía si la respuesta le serviría o le haría preocuparse más. Aún así, se armó de valor y habló.

–RyuJin-ah– la menor asintió– ¿Cómo descubriste que te gustaban las chicas?

RyuJin lo miró algo sorprendida, pero pensó una respuesta.

–Bueno, cada quien lo descubre a su manera, yo por ejemplo... Me dí cuenta de que solo buscaba pornografía lésbica– rió al ver las sonrojadas mejillas de SooBin– También experimentando... No lo sé, nunca sentí nada fuera de lo común cuando salía con chicos, o cuando besaba alguno... Pero con las chicas era completamente distinto.

SooBin abrió sus ojos en grande.

–¿Te besaste con chicos?

–Claro que sí, quería estar segura de si me gustaban o no las chicas– rió.

SooBin se quedó en silencio nuevamente.
RyuJin suspiró, estando harta de la situación de su amigo.

–¿Sabes? Puedes decirme si tienes alguna crisis respecto a tu sexualidad– habló simplemente y el mayor la miró, con sus mejillas sonrojadas, sintiéndose avergonzado– Sé que tienes esas dudas Bin, es muy obvio... Eso está bien, es normal.

El mayor miró hacia la nada, y luego de otro tiempo en silencio volvió a hablar.

–¿Puedo... Puedo besarte, RyuJin?

La rubia lo miró sorprendida una vez más.
Pero lo entendió todo.

Se levantó de su asiento sin decir ni una palabra y se posicionó frente a SooBin. El mayor la miraba asustado, no recordaba la última vez que se había besado con una chica, probablemente fue en el jardín de infantes, con su novia de cuatro años.

RyuJin se acercó a su rostro, con sus pequeñas manos tomó las mejillas de SooBin y unió sus labios. Los movió lentamente, para saber si el mayor quería que se detenga, pero éste solo siguió el beso, incluso con más entusiasmo.
Luego de unos segundos la menor decidió separarse. Volvió a sentarse en su taburete y prendió un cigarro.

–Si voy a ser tu conejillo de indias para saber si eres gay o no, al menos dime qué diablos te sucede.

SooBin, quien estaba con la mirada baja y sonrojado, habló.

–A mi... Me gusta alguien... Más bien, estoy realmente enamorado, como nunca jamás lo estuve por nadie... Arruiné todo lo que teníamos juntos, y por eso terminó conmigo.

–Adivino– RyuJin le dió una calada a su cigarro– Saliste con el chico de tu vida, y la cagaste porque no puedes salir del clóset– la menor lo miró, esperando una respuesta.

Inesperadamente, SooBin comenzó a llorar.

–Yo... No lo sé, siempre traté de ser lo que todos querían ¿Sabes? Un buen hijo, un buen amigo, un buen estudiante, un buen chico que encaja con los gustos de las personas... Pero a las personas no les gusta los chicos que son distintos, y yo no podía lidiar con el odio de la gente... Pensar en ser a quien señalan como diferente era lo peor que me podía pasar... O eso creí, hasta que lo perdí todo, para no perder mi propósito de ser perfecto... Perdí a hyung, y él ahora está siendo tan herido... Y yo estoy tan deprimido porque él es una parte de mi que siempre he tratado de ocultar y eliminar, y ahora que lo he echado de mi vida me siento tan vacío y desalentado a seguir.

RyuJin vió como el mayor se rompía frente a ella. Casi llorando, se levantó nuevamente de su lugar, apagó su cigarro y abrazó a su amigo. Acarició su cabello mientras el mayor lloraba sobre su pecho.

–Está bien, shh... A todos nos ha pasado ¿Sabes? Cuando era pequeña tuve que irme de casa por unos días cuando le dije a mi madre que era lesbiana... Fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, pero adivina qué, ahora ella y yo estamos más unidas que nunca, obviamente también perdí algunos amigos, y algunas personas comenzaron a decir mierda de mí... ¿Sabes cómo lo resolví? Empecé a maldecir a cada idiota que dijera cosas inciertas de mí, mis amigos reales se quedaron a mi lado, y me defendieron... Y con ellos me basta para ser felíz.

SooBin había parado de llorar, se separó de su amiga y la miró a los ojos.

–Besas horrible, RyuJin.

La menor lo empujó de manera brusca y ambos rieron, a pesar de todo.

–Eres un tonto...– volvió a prender su cigarro y le dió una calada– Pero a pesar de eso, eres genial, y no permitas que nadie diga lo contrario, SooBin oppa.

El mayor sonrió y se dirigió al baño para lavar su cara.
Agradecía que aún existieran personas como RyuJin.

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cap. editado ♡

𝔸𝕟𝕕 𝕨𝕙𝕒𝕥...? ➣ 𝘚𝘰𝘰𝘑𝘶𝘯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora