Es fácil apostar por el resultado que ocasionaría este acontecimiento en mí. El sentir que no teníamos dinero, fue el imaginarme que a los días empezaríamos a dejar de comer, a tener que vender ciertas cosas, a acostumbrarnos a una vida diferente. El pensamiento de: "Si yo no hubiera nacido, mis padres hubiesen seguido siendo felices" resonaba como reproductor de música.
El estrés y la ansiedad se reflejaron en mi cuerpo. Empecé a sudar en cantidades inhumanas —lo cual me estresaba más— era insufrible. Incluso, terminó provocando un acné que se fue haciendo cada vez más fuerte.
Al principio, lo ataqué con varios jabones de miel y avena que tenía en mi casa, según Google, —no es que fuera mi primera opción, es que no podíamos pagar un dermatólogo que me guiara— el acné empezaría a reducir. Y sí, bajó la picazón y las espinillas se hicieron más pequeñas, pero no se me hacía cómodo aplicarlo sobre mi cara o en mi espalda, era una sensación extraña, además de su precio, eran jabones realmente costosos para el presupuesto que teníamos en ese momento.
Como si de una estrella fugaz se tratase, llegó a mi cerebro la maravillosa idea de usar glicerina como lo hacía Sabrina. Investigué con mi dermatólogo de confianza —Gracias Google por colaborar— y en efecto, la glicerina era una muy buena alternativa. Con unas gotas en un vaso de agua, ya era suficiente. Era barata y me rendiría varios días, excelente... o no tanto.
Llamé a Javi para que me confirmara el precio y el lugar para ir a comprarla en seguida.
—Javi.
—Martín, son las tres de la mañana. —dijo con un tono de voz que pasaba los límites de la somnolencia—
—¿Cuánto cuesta un envase de ciento veinticinco mililitros de glicerina? —le pregunté rápido—.
Pasaron diez segundos y el muy hijo de puta colgó la llamada. Aunque ya era muy tarde no conseguía dormir, los precios en internet variaban y quería ir a un sitio donde la vendieran lo más barato posible para no gastar de más. Llamé de nuevo.
—Un dólar —exclamó apenas contestó la llamada.
—¿Disculpa?
—Un dólar, Martín. Un puto envase de "nosecuantos" milimierdas de glicerina, son un mísero dólar. Mañana te pasó la ubicación, duérmete.
Al igual que mi papá, Javi me apoyaba en mis tonterías, solo creo que ésta, tenía que habérsela pensado un poquito más.

ESTÁS LEYENDO
Glicerina.
Cerita Pendek•🥇Primer lugar en la categoría "Historia corta" en el concurso literario de @EditorialCortazar• Absolutamente todo el mundo tiene problemas, unos más grande que otros, pero al fin y al cabo, son problemas. Algunas personas sencillamente intentan ev...