PROLOGO

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El grito de la mujer mientras daba a luz resonó en la habitación mientras que un hombre rubio daba vueltas de un lado a otro, la tormenta afuera era implacable y una de las más noches oscuras que el mundo mágico había presenciado.

El llanto de la bebé resono en las cuatros paredes de la habitación haciendo que la mujer se dejará caer en la cama agotada, sus ojos chocolate se posaron en el techo con cierta felicidad al lograr que todo había salido bien.

-Mi señora- hablo la partera entregándole la pequeña bebé a su madre- Aquí la tiene.

Hermione tomo entre sus brazos a la pequeña niña y sonrió al verla.

-Pequeña, bienvenida al mundo- paso una mano sobre la cabeza de la bebé sin dejar de sonreír.

La puerta principal se abrió y un hombre rubio entro a la sala, una sonrisa amplia se poso en el hombre y se arrodilló al lado de la mujer pasando una mano sobre la pequeña bebé.

La bebé abrió sus ojos y los poso en sus progenitores, plata. Tal y como toda la familia Malfoy tenía sus ojos, aquello lleno de orgullo al hombre.

Pero aquella felicidad que el matrimonio tenía en esos momentos fue interrumpida por una ráfaga de viento que entró a la habitación haciendo que las cortinas volarán de un lado a otro y un frío entrara a la habitación. La mirada del matrimonio se colocó en la ventana y una figura se aproximaba hacia ello mientras alzaba su varita en lo alto.

El extraño bajo su capa de la cabeza revelando su identidad y una sonrisa se colocó en sus labios.

-¡Atrapenlo!- ordeno Draco Malfoy hacia los mortifagos, los hombres sacaron sus varitas pero el extraño con un movimiento de mano se las arrebato.

El hombre dio un paso hacia el frente y miro a la pequeña bebé que reposaba en los brazos de la mujer.

-Draco Malfoy...- hablo el hombre y sonrió, el hombre rubio miro a su familia- Querido primo...

-Abraxas...- susurro el hombre sin poder creerlo- Te creí...

-¿Muerto?- pregunto con burla el hombre y dió otro paso hacia el frente, sus ojos se posaron de nuevo en la mujer junto con el bebe- Una sangre sucia.

-¡No te voy a permitir que le hables así a mi esposa y...!

-Me refiero a tu hija- contesto el hombre y sonrió de lado- Tu mujer siempre ha sido una impura y tus hijos unos mestizos pero tú pequeña...- miro a la bebe y luego lo miro- Una sangre sucia.

Draco iba a moverse pero el hombre lo señaló con la mano impidiendo que se moviera paralizandolo por completo.

-Has manchado mucho a la familia querido primo- hablo Abraxas acercándose a la mujer con el bebé en brazo, miro por unos segundos a la maga y luego colocó su mano sobre la frente de la menor haciendo que comenzará a llorar- Y es por ello que me encargare de que no suceda.

-¡Abraxas, por favor!- pidió Draco desde el piso con desesperación- Yo no te hice nada, mi familia pasada lo hizo, por favor.

El hombre ignoro al hombre en el piso y movió sus mano haciendo que de ella una magia de color verde saliera de su mano.

-La sangre Malfoy ha sido contaminada- hablo el hombre mientras las llamas verdes encerraban a la mujer junto con la bebe- Al cumplir los dieciséis años antes de que el sol se ponga morirá. Vivirá toda su poca vida llena de maldad y va a herir a cualquier persona que se le atraviesa en su camino, será temida y odiada y nadie podrá amarla.

Hermione abrazo a la niña mientras comenzaba a sollozar.

-Y su nombre será Lucifer, un nombre que tendrá que cargar por el resto de su vida y con el sufrimiento de saber todos la odiaran. Su nombre será recordado y será discriminada por todo mago que pise la tierra.

El hechizo se interno en la bebé haciendo que el hombre sonriera. Luego movió su capa negra y desaparecio de la Mansión Malfoy.

Draco Malfoy ordeno encontrar a su primo y buscar algún hechizo que destruyera la maldición.

Pasaron quince años y la niña creció convirtiéndose en una brillante maga y hermosa, cualquiera quedaba cautivado por su belleza sin embargo, su malicia la convirtió en la persona más temida de Hogwarts.



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