51| Tiempos Oscuros

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2030

Lucifer parpadeo y despejó su rostro del frío piso de madera, observó la habitación oscura y cubierta de mantas blancas, se enderezó y miró a su alrededor. Se levantó del piso y el frío aire golpeó su rostro, frunció el ceño mirando el gran portón con la letra M y abrió la reja de la mansión.

Todo a su alrededor estaba desértico, no existían los árboles, ni los gatos que siempre corrían por todos lados, los dragones de su padre tampoco estaban, frunció el ceño y sus ojos se abrieron al ver una parte de la mansión destruida.

Subió los escalones y empujó la puerta semiabierta, entró a la mansión con la varita en alto. Salto algunas piedras que estaban obstruyendole el camino e iluminó una gran fotografía en donde estaban sus padres, sus hermanos y ella con una gran sonrisa.

-¿Donde están todos? - soltó para ella misma y con cierta desesperación en su voz, sin despejar los ojos de la fotografia dio un paso hacia atrás y un papel crujio bajo sus pies.

Lucifer coloco sus ojos plantas en el papel lleno de suciedad, lo levantó y lo leyó.

Últimas noticias.
El mundo mágico colapsa tras una extraña magia, las familias más importantes han fallecido sin dejar lejado.
Rita Skeeter.

Lucifer dejó caer el periódico al piso mientras las lágrimas bajaban por su mejilla, negó con la cabeza varias veces entrando en un estado de shock, se dejó caer al piso y cerró sus ojos mientras sollozaba.

Un rugido hizo que Lucifer levantará la vista y la posara en Drogon quien llegaba volando hasta el lugar, el gran dragon llegó y soltó una ráfaga de viento.

-Hogwarts - exclamó Lucifer el primer lugar donde pensó en ir, el dragon estiró su ala y la joven se subió al animal.

***

El fabuloso y magnífico Castillo de Hogwarts estaba totalmente destruido, algunos pilares aún permanecían de pie pero amenazaban con caer en cualquier momento. Lucifer pasó entre las rocas con la varita en alto y el cielo grisáceo soltaba algunas cuantas gotas de lluvia sobre su cabeza, observó a su alrededor y con una mirada le ordenó a su dragon que esperara ahí.

Entró al castillo pasando las grandes puertas de roble, las escaleras estaban destruidas y coloco su mirar en el gran comedor. Las cuatro mesas estaban desordenadas y las sillas partidas a la mitad, el techo antes estrellado estaba hecho un remolino con nubes grises, los ojos de Lucifer recorrieron el lugar lentamente

-Es increíble ¿no crees?

Lucifer bajo la varita y lentamente se dio media vuelta, coloco su mirar en el asiento en donde los directores se sentaban y en el, con una gran sonrisa estaba Igna, con una corona negra en su cabeza, su cabellera rubia caía sobre sus hombros y sus ojos rojos brillaban con intensidad.

-Mira todo lo que he logrado. Desaparecí a todo habitante del mundo mágico y ahora soy la reina que siempre he querido ser. He vuelto a ser yo...- sonrio- Y mi papi.

Lucifer dio media vuelta y miró detrás de ella a Abraxas Malfoy que se acercaba.

-Este es el festín que tanto espere. Solo a ti, sin tu familia y nadie que te protega.

Abraxas alzó su varita y Lucifer hizo lo mismo intercambiando una mirada entre Igna y el hombre.

-Hija mía, matala- ordenó el hombre.

Sin esperar, el rayo de luz verde pasó  a un lado de Lucifer quien alzó su varita de inmediato lanzando un hechizo rojo que choco con el verde.

Igna sonrió y le arrebato la varita a Lucifer, la joven se dejó caer al piso de espaldas y comenzó a arrastrarse por el piso sin dejarla de ver.

Igna levantó la varita y la apuntó.

-Si me matas tu también morirás. Somos una.

Igna la miró por algunos segundos y luego sonrió.

-Tomaré tu alma y seguiré viviendo.

Igna se alejo de Lucifer y se encaminó a su padre, Malfoy los miró hablar en voz baja entre ellos y sonreír. Luego, el semblante de Igna cambió a uno sin entender y miró a Lucifer.

Abraxas alzo su varita y señaló a Lucifer, antes de lanzar el hechizo el hombre se giro y apuntó a su hija, Igna frunció el ceño y el hechizo impacto en ella.

-Lo siento hija. Pero solo uno puede ganar, no puedo compartir lo que es mío. Al final de todo, tu ya estás muerta.

Abraxas trono los dedos y los dementores rodearon a las dos jóvenes.

-Un Malfoy siempre gana hija mia. Y tu, no eres un Malfoy.

Igna abrió sus ojos con enojo y fue arrastrada junto con Lucifer hacia los calabozos del castillo.






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