5| Mi otro igual

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Lucifer no se encontraba nada feliz de la situación, entro a la habitación que Ryddle les había asignado y cerro la puerta de golpe, colocó sus brazos en la mesa de madera y sus ojos platas comenzaron a tornarse verdes, cerro los ojos con fuerza y...

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Lucifer no se encontraba nada feliz de la situación, entro a la habitación que Ryddle les había asignado y cerro la puerta de golpe, colocó sus brazos en la mesa de madera y sus ojos platas comenzaron a tornarse verdes, cerro los ojos con fuerza y los volvió a abrir.

Camino hacia su mochila que estaba sobre el piso y saco un pequeño espejo de mano, lo dejo sobre la mesa y lo miro por varios segundos, al no ver a nadie el otro lado, impaciente grito.

-¿¡Dónde demonios estás Lucifer!?- exclamó Malfoy.

Cualquiera que la escuchará pensaria que estaba loca, pero Lucifer no estaba loca. Del otro lado del espejo una silueta igual a ella se asomo por el espejo, la joven miro a su igual con una gran sonrisa en su rostro.

La gran diferencia era que la otra Malfoy tenía los ojos rojos y no platas.

-¿Por qué tantos gritos Lucifer? Acabas de interrumpir mi sueño de belleza.

-¿Dónde has estado?- pregunto la joven rubia mirando a su doble- ¡No sabes en todos los problemas que me ha metido mi querido tío!

-¿Te refieres al hijo de Tom Ryddle?- pregunto la joven pelinegra del otro del espejo y soltó una risa- Ese hombre jamás podrá ser Tom Ryddle.

-Si, ¿Tu en quien más crees?- soltó Lucifer mirandola- Me ha puesto a trabajar con un maldito impuro para un proyecto en todo el año escolar y yo no quiero hacerlo, no se que hacer para que mi tío olvide está tonteria...

-¿Has pensado en matarlo?

Lucifer parpadeo varias veces ante ello, miro a su doble y alzo una ceja rubia.

-¿Que?- pregunto realmente confundidad- No soy una asesina.

Del otro lado del espejo, su doble rio con diversión.

-¿Encerio?- pregunto con burla- Dile eso mismo a la lechuza que matamos cuando tenías cinco años, dile eso mismo al gato recién nacido que ahogaste a los ocho, a los once mataste a un cachorro y hace muy poco tiempo ibas a matar a la mascota de tu hermano..- la doble frunció el ceño- Si no me equivoco, se llama Puffy.

Luficer frunció el ceño por algunos segundos y luego miro a su doble.

-¿Entonces que hago?

Su doble sonrió ampliamente.

-Matarlo.

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