DEVIL

39| Pasados

Las mujeres glamurosas daban vueltas sus vestidos brillantes al compas de la música mientras que la Mansión Ryddle se alzaba ese año por ser la familia con la mejor fiesta de navidad.

Varias familias importantes asistieron al lugar. Las copas llenas de licor caro y refinado chocaban por un año más de triunfo en sus vidas y el nuevo "Tom Ryddle" como solían llamarlo al hijo de Voldemort, Victor, se convirtió en un anfitrión excelente en esa gran cena.

El orgullo del apellido más temido de todos los tiempos era sonreído por los hijos del hombre Ryddle, quienes con una sonrisa de satisfaccion y que generaba temor miraban a los invitados de forma intimidante. Los tacones resonaban la segunda planta de la gran mansión mientras la joven rubia arrastraba aquel vestido rojo en el piso y comenzaba a descender las escaleras negras de la mansión sin dejar de pensar en las palabras de Bellatrix.

Detuvo su andar antes de comenzar a descender por las escaleras escuchando la música del piano. Cerro los ojos soltando un suspiro y miro desde lejos a Igna con una gran sonrisa de diversión esperando algo malo que pasará en aquella fiesta tan esperada.

-Te creia abajo- hablo Angel llegando a su lado portando un elegante traje negro.

La joven le sonrió examinandolo con la mirada y luego miro a todos los invitados reír sin parar, tal parecia que realmente todos disfrutaban de aquella fiesta menos ella.

-No me apetece bajar- contesto y le sonrió.

El joven asintio y miro por la ventana la nieve que comenzaba a caer. Lucifer miro los copos de nieve y luego sonrió.

-No debemos ir precisamente al baile- opino la joven Malfoy y miro la ventana, luego regreso su mirar sonriendole- Podríamos ir a caminar por las afueras de la mansión.

-¿Que dirán tus padres de esto?- alzo una ceja el joven.

-Jamás les obedezco, no será nada diferente.

La joven estiró su mano y movió los dedos de su mano y le sonrió. El joven le sonrió y tomo la fría mano de Malfoy, está lo jaló hacia las escaleras y las descendieron hasta llegar  a la planta baja y la risa de las personas llegó hasta ellos.

-¿A dónde van con tanta prisa?- pregunto Lily Potter con una sonrisa pícara.

-A besarnos lejos de mi padre- soltó la joven y la pelirroja abrió sus ojos azules con impresión.

Lucifer jalo al joven quien sonrió mientras salían de la casa, el frío aire golpeó sus rostros y comenzaron a descender por los escalones dela mansión.

-Esa idea no me parece mala- opino Angel y ambos se miraron con una sonrisa.

El sonido de los dragones sobrevolar en el cielo estrellado hizo que ambos jóvenes mirarán hacia ellos, uno de ellos, el más grande de nombres Drogon cayó enfrente de ambos jóvenes. Angel dió un paso hacia atrás asustado. Los ojos del animal se colocaron en el extraño.

-No le agrado a tus dragones- hablo en voz baja el joven y la rubia le sonrió, tomo la mano de este y la coloco en la piel escamosa del animal.

-Son iguales que mi padre. No les agrada nadie- arrugo la nariz la joven y le sonrió, miro a Ángel quien acariciaba ya con confianza al gran dragón- Volemos un poco.

-No traje mi escoba- contesto el joven sin mirarla.

Lucifer nego con la cabeza y comenzó a subir al animal por el ala de este, se colocó enfrente y el joven frunció el ceño.

-¿Que haces?

-Vamos- extendió su mano hacia Angel.

-No creo que sea correcto...- miro hacia la mansión esperando que el padre de la joven no lo estuviera viendo.