38| Maldita

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El sonido del piano inundaba la Mansión mientras las pálidas y delicadas manos de la joven Malfoy se movían de un lado a otro tocando una dulce melodía

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El sonido del piano inundaba la Mansión mientras las pálidas y delicadas manos de la joven Malfoy se movían de un lado a otro tocando una dulce melodía.

Una mujer de cabello negro miraba fijamente aquella rubia y sonrió de lado, entro a la gran habitación donde la luz de sol iluminaba el rostro de la joven.

-¿Cómo es posible que alguien como tú toque tan bien?

La rubia parpadeo y dejo de tocar, alzo sus ojos platas, la miro fijamente y se cruzó de brazos

-¿Necesitas algo?

Bellatrix soltó una pequeña risa y paso su mano sobre las teclas del piano, se sentó a la lado de la rubia comenzó a tocar una melodía un tanto tenebrosa y sonrió de una forma diferente que Lucifer jamás había visto.

Una sonrisa sincera.

-Cuando Tom y yo nos casamos, ambos tocabamos el piano mientras nuestro hijos dormían en sus cunas cerca de nosotros- sonrio y miro la pared sin dejar de tocar- Teníamos un plan y un futuro juntos, sin embargo, eso cambio cuando adquirió el poder que quería. Cuando...- se callo unos segundos y miro la teclas del piano sin dejar de tocar- Se volvió maldito...

Bellatrix dejo de hablar mientras seguía tocando bajo la mirada gris de la joven rubia esperando alguna otra palabra de su tia. Cuando creyó que ya no hablaría, la joven volvio a colocar sus manos sobre el piano.

-Maldita como tú.

Lucifer dejo de tocar y el sonido se apagó, luego dirigió su mirar a Bellatrix.

-¿De que estás hablando?

Bellatrix sonrió ampliamente y paso una mano sobre el rostro de la joven quien lo aparto de inmediato sin dejarla de ver.

-Te voy a contar una pequeña historia que pasó hace muchos años...- comenzó a hablar Bellatrix bajo la mirada de Lucifer- Era una noche tormentosa y en una mansión muy hermosa yacia una mujer en trabajo de parto. Tras lograr con éxito el parto, nació una pequeña niña de ojos platas y cabello rubio platinado, del mismo tono de la luna. Sin embargo, un hombre la hechizo condenandola a ser odiada por quién la conociera.

La sonrisa de Bellatrix se amplio ante la mirada de angustia de la joven

-No es cierto- nego Lucifer y se levantó del sillón y la miro desafiante- Estás haciendo esto para molestarme. Lo se- señaló la rubia.

Bellatrix soltó una risa y nego con la cabeza.

-¿Que gano yo con mentirte pequeña Malfoy?

-No es cierto- repitió la joven- Eso jamás paso. Es una mentira.

-¿Por qué no le preguntas a mami y a papi?- pregunto la mujer con una sonrisa- Que siempre has sido una niña maldita. De ahí tu nombre...- la miro fijamente y sus ojos brillaron con diversión- Angel caído.

Malfoy la miro con enojo y sus ojos brillaron intensamente, Igna soltó una risa desde la esquina y la joven miro a su doble sonriendole.

-¿Creiste que estoy contigo por qué quiero?- pregunto Igna y sus ojos rojos brillaron con intensidad- Por culpa de tu querido tío he tenido que estar siempre a tu lado. Hundirte y aplastartate.

Lucifer miro a su Bellatrix.

-¿Es cierto lo que dice?

La mujer Black sonrio ampliamente y de forma macabra.

-Esa es tu historia de terror mi niña.






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