¿Es una locura enamorarte de tu primo? Pues, creo que entenderían un poco más mi historia si conocieran a Jason, un chico tan... único a su forma, y a la vez tan jodido, creo que pensarían distinto.
Él está prohibido para mí. Lo sé. Es difícil para...
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Antes que todo, quiere pedirles que éste capítulo lo lean con la canción que está arriba, puede reproducirla a la vez que lo leen, será una mejor forma para que sientan en su corazón todo lo que pase, y además, es una hermosa forma de cerrar con éste libro.
2:45p.m.
—¿Y qué vas a hacer? —Le pregunté a Kim.
—Le diré para estar juntos, ¿Tú que opinas?
—Ehm, —hice una pequeña pausa y la miré a los ojos—Pelusa, no vale la pena que sigas teniendo ésa cosa rara que tienes con Dylan. Los dos se gustan y pasan ratos increíbles juntos. ¿Qué es lo que falta? Sólo que se pongan el título de novios.
Vamos, que ni siquiera éso. A ésos dos sólo les falta organizar la boda y elegir los padrinos. Y meses más tarde, ¡Que nos espera la llegaba de quintillizos! Ya, es broma. Pero tienen que estar juntos sí o sí, ¿Quién entiende a Kim? No quiere ser su novia oficial, pero se lo folla y trata como novio de toda la vida.
Lo único que espero es que tome mi consejo por una Santa vez, y sea novia de Dylan porque amo su pareja. Además, a ella se le nota por todos lados que le encanta él, así que no será un esfuerzo sobrehumano para ella, al contrario, estaría encantada.
¿Para qué quiere consoladores si puede tener a Dylan cuando quiera? Ay, intentar entender a Kim hace que mis neuronas se vuelvan un poco locas.
—Tienes razón, pero ¿Qué crees que diga mi padre?
—A ver, no piensas decirle que él se droga ¿O sí?
¡Sería una total locura! Y además de éso, Jason caería por el mismo lugar, su padre ha visto que son amigos y que sus padres se enteren de las cosas que realmente hace él, sería la gota que desbordaría el vaso por completo.
—¿Estás loca, Atenea Weller? —Solté una pequeña carcajada— Evidentemente no, pero digo, ¿Crees que tome a bien que tenga novio?
—Claro, sabes que tu padre es muy liberal en ése aspecto —Ella sonrió— Te envidio mucho.
Kim se rió— ¿Y tú, nena?
—¿Yo qué?
—No lo sé, lo tuyo y Jason es en secreto pero, ¿Será así siempre?
Pregunta complicada, yo ni siquiera tengo éso claro conmigo misma. ¿Seremos novios para toda la vida, y a la hora de casarnos lo haremos a escondidas y posteriormente ocultaremos mi embarazo? ¿Ésto será un noviazgo fugáz por algunas semanas o meses? ¿O terminaremos diciéndoselo a nuestros padres, pues... no tengo ni la más mínima idea de qué pasará.
—No tengo idea, Kim. Ni siquiera sé si lo que tenemos durará.
