Capítulo Cincuenta y dos.
Atenea Weller.
¡Jesús todo poderoso! No para de gritar mi subconsciente. Y tratando de esquivar sus morbosos comentarios sobre Jason, subí hasta mi habitación y a penas entrar cerré la puerta.
A ver, voy a recopilar todo lo que ha pasado, porque aún no lo creo.
He perdido mi virginidad, acostándome con Jason, mi primo, un dato no menos importante. Luego he dormido demasiadas horas en su habitación como mujer recién casada. Y para rematar, me ha dicho que me volvería a hacer suya.
¡Y nada de ésto puede ser un sueño! Porque ayer no dormí, así que éso quiere decir que todo lo que acabo de recopilar sí pasó.
Y no hay vuelta atrás.
No sé porqué soy tan reflexiva, si Kimberly estuviera aquí me diría que estoy exagerando, y que además, debo vivir el presente. No digo que no tenga razón, porque la tiene.
Suspiro y miro el reloj de mi habitación. Son las 9:45p.m. Me meto a la cama, en mi mesita de noche cogí mi teléfono y me percaté de que tenía varias llamadas y mensajes de mis padres diciendo que llegaron. Ay por dios.
De inmediato llamé a mi madre. Obvio, a ella, si le marco a mi padre me puedo considerar chica muerta.
Llamada telefónica.
Yo: Mamá.
Dije a penas ví que en la pantalla marcaba el tiempo de la llamada, lo que quiere decir que contestó.
Ella: Atenea, tú padre y yo te hemos llamado desde temprano. Nos preocupamos por tí.
Yo: Lo sé, má y lo siento. Me quedé dormida porque estuve toda la noche estudiando.
¡Mentiras! Ojalá Dios no me castigue.
Sentí un suspiro por el otro lado del teléfono.
Ella: Está bien, cariño. Que no vuelva a pasar.
Yo: ¿Vienen mañana?
Ella: No, el lunes a primera hora. Aún tenemos cosas pendientes con las personas de la Iglesia.
Yo: De acuerdo.
Ella: Te amamos, tesoro.
Yo: Yo más a ustedes, madre.
Colgué el teléfono. Me quedé mirándola al móvil, y lo pegué a mi frente para ahí resignarme. Pero lo separé de mi cara de inmediato al sentir una notificación llegar a mi celular.
Es un mensaje.
De Jason.
Empezaré a creer que el tiene un ship en el cuerpo que le avisa cuando yo necesito algo, apoyo, contención, o cualquier cosa similar.
Mensaje de texto.
Él: No te sientas culpable, Diosa. En la vida a veces hay que ser malo para poder disfrutar.
Yo: Pues me siento muy mala ahora mismo :(
Él: Te acostumbrarás ;)
Yo: ¿Qué quieres decir con éso?
Él: Que tú y yo siempre tendremos que vernos a escondidas, así que debes acostumbrarte a la idea.
Yo: ¿Estás diciendo qué....?
No tengo muy claro lo que quiere decir, ¿Que seguiremos acostándonos? ¿Que seremos novios? ¿Amigos con derechos? O en éste caso, ¿Primos con derecho?
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PROHIBIDO ©
Romance¿Es una locura enamorarte de tu primo? Pues, creo que entenderían un poco más mi historia si conocieran a Jason, un chico tan... único a su forma, y a la vez tan jodido, creo que pensarían distinto. Él está prohibido para mí. Lo sé. Es difícil para...