Capítulo 62

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-Doblas, despierta –Dijo Vegetta, despertando a Rubius de una forma para nada delicada.

-¿Qué? ¿Estás bobo o qué? –Espetó él.

-Tenemos que avanzar –Respondió.

-¿Qué? No.

-¿Por qué no? ¿Qué acaso no quieres encontrar a Alex? –Preguntó recogiendo su saco de dormir rápidamente.

-Vegetta.

-Tenemos que apresurarnos.

-De Luque –Rubius levantó la voz. Vegetta se detuvo y lo miró en silencio-, tenemos que volver a Karmaland, tenemos la comida justa para llegar.

-Le prometí a Willy que lo traería de regreso a casa –Dijo en un susurro.

-Vegetta, no estoy tan seguro de que Alex siga con vida –Añadió con lástima.

Vegetta perdió el aire, él conocía lo alta que era la probabilidad de que Alex no estuviese con vida, e incluso que ni siquiera su cadáver estuviese por allí. Se arrodilló en el piso, de todas sus misiones esta era la que más requería que tuviesen éxito. Rubius se arrodilló frente a Vegetta y lo rodeó con un brazo, sabía que estaba abatido.

-Tenemos que volver –Dijo Rubius en un susurro. Vegetta asintió con la cabeza.

Ambos se pusieron de pie y no tardaron mucho en recoger sus cosas, pronto ya estaban caminando hacia el lado opuesto, de regreso a Karmaland. Las horas pasaron, ya podía escuchar el leve susurro del río a lo lejos, volviendo a ese conflictivo lugar, Rubius soltó un risita al ver el árbol caído que aquel extraño ente tumbó sobre ellos, Vegetta también miró hacia allá, pero no específicamente hacia el árbol.

-No es verdad, tío... -Balbuceó, y tiró de las riendas de Vicente para dirigirse al lugar donde el árbol anteriormente se erigía, que ahora sólo era un trozo de tronco destruido que salía de la tierra.

-¿Qué haces? –Preguntó Rubius, sentado detrás de Vegetta.

-Aquí es donde el sujeto nos tiró el árbol encima ¿Verdad? –Corroboró.

-Sí ¿Por qué?

-Mira eso... -Apuntó hacia el pequeño tronco, a su lado había un objeto brillante.

-¿Cómo es que no lo vimos antes? ¿Será de ese sujeto?

-Vamos a verlo –Dijo, y ambos se bajaron del lomo de Vicente.

Caminaron hacia el objeto, que resultó ser una espada de diamantes encantada. Vegetta se arrodilló y comenzó a examinarla con detenimiento.

-Es de Alex... -Determinó.

-¿Cómo lo sabes?

-Está encantada, con el libro de reparación que le di.

-¿¡Qué!? –Exclamó Rubius, Vegetta le entregó la espada. Ambos guardaron silencio un momento- No es posible...

-Rubén... -Él lo miró- la teoría de Fargan.

Rubius lo miró atónito, y luego miró la espada, ambos se sentían exasperados. Pero eso no duró mucho tiempo pues de pronto escucharon un fuerte rugido a sus espaldas. Rubius se puso en guardia con la espada de Alex, mientras que Vegetta rápidamente sacó su arco y apuntó una flecha hacia el lugar de donde salió el rugido. Guardaron silencio, podían escuchar algo moverse entre los árboles. Fue cuando de pronto apareció frente a ellos un cockatrice amarillo.

-¡Jimmy! –Exclamó Rubius, reconociéndolo al instante, bajando la espada.

-¿Él es Jimmy? –Preguntó Vegetta, sorprendido.

-Él es Jimmy –Confirmó, acercándose al animal y mostrándole la espada para que la olfateara, entendiera que era de Alex, y que no querían dañarlo-, Vegetta no podemos dejarlo aquí, sé que es ilegal y todo, pero él es lo que nos queda de Alex.

-De acuerdo –Suspiró- ¿Aún tienes la red de tu chocobo?

-Así es.

Forastero | Staxxby en KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora