Capítulo 2

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Alexby siguió a su mascota, no quería perderla como su amigo Rubius había perdido y matado a tantas otras. Jimmy bajó a paso firme la montaña y tras él Alexby gritaba su nombre, y lo seguía esquivando a cuanto monstruo se topaba.

-¡Jimmy, tío! ¿¡A dónde coño estás yendo!? ¡Vuelve!

Jimmy caminó lejos, Alex se dio cuenta que lentamente el pueblo de Karmaland quedaba cada vez más atrás, y con él, la luz del día. Cada vez aparecían más monstruos y Alex no pudo esquivarlos por mucho tiempo más, teniendo que hacerles frente con su espada o su arco. Tampoco podía distraerse mucho con los monstruos, pues Jimmy seguía alejándose, y ahora estaba varios metros de su dueño.

-¡Espera Jimmy! –Gritó, comenzando a correr.

Fue tarde cuando Alex se dio cuenta de que en el momento en que Jimmy comenzó a caminar lejos no tenía mucha comida consigo, y ya se estaba cansando. Aún así corrió detrás de su mascota lo más que pudo.

Karmaland ya no se divisaba... ¿Cuánto tiempo había estado siguiendo a Jimmy? ¿Qué tan lejos estaba de casa?... y algo más importante aún ¿Cómo iba a regresar? La noche era engañosa y no había dejando ninguna clase de indicio que le ayudara a hallar el camino de regreso a casa.

La necesidad de detenerse un segundo a recobrar la respiración no tardó en aparecer, paró un segundo y comió rápidamente algunas de sus últimas patatas asadas, luego buscaría alimento para el regreso, cuando encontrara a Jimmy.

Fue en ese momento en el que levantó la cabeza y se dio cuenta de que Jimmy se perdía entre los árboles que los rodeaban.

-¡Jimmy! –Gritó desgarrando su garganta.

Comenzó a correr como nunca, ya no lograba vislumbrar a su mascota, Alex comenzó a preocuparse. Supuso que no podía estar tan lejos pero a medida que corría sus energías se agotaban. Y, por supuesto, los monstruos aún lo asechaban. Mientras corría una flecha alcanzó su brazo, lo que lo tiró al suelo, siendo un árbol lo que detuvo su momentum. Ese esqueleto se mantuvo a la lejanía disparándole varias flechas y Alex no tuvo más opción que dispararle flechas también. Logró vencerlo pero antes de que pudiera si quiera moverse, una araña se lanzó a atacarlo.

Alex logró hacerle frente a varios monstruos mientras los primeros rayos de sol comenzaban a asomarse por el horizonte, dándole una muy tenue luz. Sin embargo, fue muy tarde. Alex había estado corriendo horas detrás de su mascota fugitiva, su comida se había agotado y los monstruos lo habían rodeado.

Fue un flechazo lo que acabó por derrotarlo, inconsciente. Sangrando.

Forastero | Staxxby en KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora