Forastero | Staxxby en Karmaland

Capítulo 31

En poco tiempo ya estaban de vuelta en la casa de Frank, él dejó al menor sentado en la mesa dentro de su hogar y le dejó algunas toallas para que se secara mientras él iba por vendas, alcohol y otras cosas para tratar las heridas del chico, pero al abrir el cofre se sintió terriblemente mal, cerró sus ojos e incluso sintió leves ganas de llorar, Alex había intentado largarse y si no hubiese llegado a tiempo es probable que hubiese resultado mucho más lastimado, y ni hablar si se encontraba con lo que había ahí fuera, lo hubiese perdido para siempre.

Contuvo todas sus emociones con penuria, tomó una bocanada de aire y volvió a abrir los ojos, así se dispuso a tomar las vendas.

Alex también se sentía mal, había preferido ir a buscar a Jimmy antes que ir con Frank y no lo consiguió, es probable que si hubiese conseguido cruzar el río y perdérsele a Frank no se sentiría tan mal como ahora que estaba de vuelta en su casa. Sintió por un momento que algo estaba haciendo que no se alejara de Frank, al menos aún no.

Frank volvió con todo lo necesario en sus manos, y ambos se dieron cuenta de que el otro estaba entristecido.

-Voltéate pequeño –Dijo con un tono bajo, destapando el frasco de alcohol.

Alex obedeció en silencio, se bajó de la mesa y le dio la espalda a Frank. Este dejó las vendas sobre la mesa y comenzó a tratar con alcohol la herida de Alex, la que más atención requería, escuchando con preocupación los quejidos de Alex por el ardor. Además de aquella tenía varios moretones en sus piernas, unos pocos en el torso y los brazos, y uno en el pómulo izquierdo, pero la de la espalda de Alex era la única que sangraba, así que luego de aplicarle todo lo necesario procedió a vendarla.

-Sostén esto aquí –Pidió suavemente, poniendo el extremo de la venda en la cintura de Alex. Él obedeció.

Así Frank comenzó a rodear el torso de Alex, pasaba la venda por un costado, rodeaba el cuerpo del menor con sus brazos y cambiaba el rollo de mano por delante de Alex, luego, cuando vio que ya era suficiente vendaje, tomó el extremo que Alex estaba sosteniendo y lo ató con el suyo, seguido de eso cortó el sobrante.

-Ahora siéntate.

Una vez más Alex obedeció sin decir nada, se volteó y se sentó con cuidado sobre la mesa, Frank comenzó a poner, por precaución, algo de alcohol en los moretones y rasmillones de sus piernas. Mientras Frank hacía aquello Alex miraba las manos de Frank, viendo cómo trabajaba, pero luego subió la mirada a su rostro, se veía algo apagado, supo que era porque se había escapado.