Ambas miradas volvieron a chocar, una muy seductora, la otra muy nerviosa. Frank no lo reflejaba pero también estaba dudoso, sin embargo, aquella era su oportunidad y no podía dejarla ir, por eso, llevó con calma su mano libre a la perilla de Alex y comenzó a acercarse lentamente.
Alex estaba asustado, se había quedado paralizado y aquella extraña sensación en su estómago no lo dejaba pensar. Sintió como sus labios se rozaron, eso fue suficiente para traerlo de vuelta a su propio cuerpo, y sin saber cómo reaccionar, lo único que se le ocurrió hacer fue mover su cabeza levemente hacia atrás. Sólo eso bastó para sacar a Frank de su ensoñación y que desertara su acción.
Inmediatamente Alex sintió que había cometido un error, mas no supo cómo reaccionar, fue una situación en las que sus nervios actuaron por él. En cuanto a Frank, él se sintió triste, confundido, frustrado, un poco enojado tal vez, sólo le quedó alejarse del menor.
-Tu... -Carraspeó- tu mano está bien, sólo necesita frío, ven –Dijo, intentado sonar tranquilo, sin embargo, se notaba en su voz lo tenso que se sentía.
Tiró suavemente de la mano de Alex, para guiarlo al río, se sentaron en la orilla y Frank sumergió ambas manos en el agua. Estuvieron ahí un rato, sin decir nada, sin hacer ruido alguno, sin mirarse. Alex se carcomía la mente, pensando en que tal vez había ofendido a Frank.
-Déjala ahí hasta que te deje de doler, yo terminaré el arado –Dijo sacando su mano del agua y disponiéndose a ponerse de pie.
-Espera –Dijo Alex, levantando su mirada hacia Frank y evitando que se levante-, lo siento.
-Venga, no te preocupes por eso, está bien –Intentó sonreír, sin mirarlo.
-No Frank, en serio, perdóname –Frank miró el rostro de Alex-, no es que no haya querido, es sólo que me he puesto nervioso y me asusté, no era mi intensión ofenderte, macho.
-Está bien, tranquilo –Sonrió levemente, levantando su mano para mover un mechón de cabello que caía sobre los ojos de Alex-, y no tengas miedo, pequeño, que no quiero hacerte daño.
Tomó una vez más la perilla del menor y dejó un pequeño beso en su mejilla, para luego ponerse de pie y dirigirse al arado. Alex sólo pudo sonreír y sonrojarse, volviendo a sentir aquello en su estómago.
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Forastero | Staxxby en Karmaland
FanfictionTodos viven felices en la comodidad del pueblo de Karmaland, cada habitante convive plenamente con sus vecinos bajo la protección de los dioses, claro que con algunas travesuras de por medio pero sin problema alguno a final de cuentas. Todos prosper...