Forastero | Staxxby en Karmaland

Capítulo 4

Alexby estaba entrando en pánico, debía encontrar a Jimmy y debía volver a Karmaland, sus amigos quizás ya notaron su ausencia y estarán preocupados.

-¿D-Dónde están mis cosas, tío? ¡Tengo que irme ahora! –Exclamó exasperado a Frank.

-¡Tranquilo, cálmate! –Frank lo tomó de los hombros y se agachó un poco para mirarlo a los ojos- Que no voy a dejarte ir así, ni siquiera tienes alguna noción de hacia dónde ir.

-Ya, tío ¿Y tú planeas que me quede aquí sin hacer nada?

-Precisamente, te recuerdo que acabas de despertar de un desmayo de dos días después de casi haberte ahogado en el río.

-¡Pero joder! ¡Mi Jimmy está allá afuera perdido!

-Y tú también, no me obligues a atarte a la casa.

Frank lo soltó y se fue a algún lado de la casa, mientras Alexby se quedó pensativo en el lugar. Sentía ganas de llorar, impotente, estaba muy preocupado por su mascota y por sus amigos, pero ese chico tenía razón, ¿Qué hubiese pasado si ese chico no lo hubiese sacado del agua? Es incluso probable que hubiese terminado devorado por las pirañas.

Alex comenzó a caminar por la casa y no tardó en encontrar a Frank, estaba rebuscando en su cofre, y sacó algunos saquitos de semillas, una vez reunió varios, pasó por un lado de Alex y volvió a salir al jardín.

Frank parecía muy atento con su huerto, se veía saludable y muy bien cuidado, claro, él no tenía la dificultad de que sus amigos fueran a ponerle minas cada vez que intentara inician una plantación. Pensó Alex.

Él se acercó a Frank y vio que estaba poniendo semillas de zanahoria en pequeños agujeros. Alex se puso de rodillas y comenzó tímidamente a hacer lo mismo que Frank, quien miró atento los movimientos de Alex, se notaba que sabía cuidar de una siembra. Estuvieron en silencio un rato, trabajando con las semillas, hasta que Alex se animó a hablar.

-Me... Me llamo Alex –Dijo.

-Es un placer Alex –Sonrió, por primera vez de manera sincera.

-Gracias por ayudarme, supongo que es lo mínimo que te puedo decir.

-¿Qué clase de ser humano dejaría a otro ahogarse si ayudarlo está en sus manos? –Alex soltó una leve risa.

-Cómo se nota que no conoces a los de mi aldea, ellos... son mis amigos pero son unas ratas tramposas –Comentó con una sonrisa entristecida.

-Creo que es una ventaja de vivir solo en medio de la nada –Alex lo miró a los ojos y Frank hizo lo mismo-, no hay nadie que pueda hacerte algo malo.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí? Quiero decir, nunca te había visto y en Karmaland está prohibido salir a explorar.

-No importa el tiempo que llevo aquí, no lo recuerdo –Frank volvió a dirigir su atención a las semillas.

Alex sintió que Frank le mentía, tal vez había tocado un tema sensible para Frank así que no volvió a preguntar. Siguieron trabajando en el huerto hasta que todas las semillas estuvieron en su lugar, ambos se pusieron de pie y fueron a limpiar sus manos al río.

-Tengo que buscar a mi Jimmy –Dijo Alex de pronto.

-¿Quién es este Jimmy, tío? –Preguntó Frank.

-Es mi mascota, mi amigo, es un lagarllina, salió corriendo de repente súper extraño, él nunca había hecho eso, supongo que fue lo que me llevó a terminar aquí.

-Se nota que Jimmy es muy importante para ti.

-Lo es, lo es... me protege de todo, a veces le cuento mis problemas sólo para liberarme un poco y realmente termino sintiéndome mejor.

-Puedes quedarte en mi casa mientras lo encuentras, no es un hotel cinco estrellas pero puedes ponerte cómodo.

-Te lo agradecería muchísimo.