Los médicos me están por dar el alta y así podré volver a la residencia.
—Mare, necesito mi tarjeta para pagar los gastos médicos. ¿Podrías traerla? O sino vengo en un rato y lo pago.
Mare asiente y el médico nos interrumpe.
—Su cuenta está saldada, señorita Robbins.
Lo miro confundida.
—¿Ustedes la pagaron?— pregunto a Mare que tenía la misma cara de confusión que yo.
—Los cargos están a nombre de Mills, Felipe— responde el médico.
Me quedo pasmada. Felipe había pagado mis gastos médicos. Intento no enojarme y que el médico no lo note porque no me dejaría ir sino.
Estaba enojada con él, cuando recupere un poco de mi dignidad lo enfrentaré y pagaré todo lo que le debo.
Mare me llevó a la residencia, no sé dónde se había metido Anna.
—¿Quieres comer algo?
—No tengo hambre, gracias— dije sentándome.
—Oh, pero comerás. Te preparé un poco de tarta— dice América y me tiende un plato.
—¿Es completamente necesario?
Me fulmina con los ojos y entiendo que sí. La pruebo y estaba deliciosa. Nada como la comida de Mare.
—¿Dónde está Anna?— pregunto.
Me mira con advertencia y supe que no era una pregunta que tenía que hacer.
Veo que Tyler pasa por el pasillo.
—Tyler— grito.
Necesitaba hablar con él, se acerca a la habitación y veo que había un golpe en su rostro.
—¿Qué te pasó?— pregunto preocupada.
—Como si no lo supieras— dice ¿enojado?
América lo fulmina con la mirada.
—Deberías irte— le espeta.
—¿Alguien me puede explicar lo que está pasando aquí?— pregunto enojada.
—Pregúntale a tu novio— dice enojado.
—¿Felipe te hizo eso?
Sentí como si toda la sangre de mi cuerpo abandonaba mi cuerpo.
—Vete ya. Ya has hecho demasiadas cosas— le grita América y lo echa de la habitación.
—Mare explícame qué pasó— exigí.
—Bien, pero me prometes que estarás tranquila.
Asentí y suspiró.
—Cuando estábamos en el hospital, tú no te habías despertado aún, Tyler le contó a Anna que se había acostado contigo. Creo que ellos tienen algo. O tenían.
Me quedo pasmada.
—¿Anna y Tyler?
Asiente y siento mi mundo caer. Tyler era el hombre que Anna me hablaba y yo me había acostado con él. Ahora entendía porqué no estaba aquí conmigo.
—Si te pones así, no puedo contarte más— dice preocupada.
—Cuéntame, por favor.
—Anna vio cuánto tequila habías tomado y concluimos que él se aprovechó de la situación. Asumo que Felipe escuchó porque al segundo Tyler estaba en el piso.
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Un nuevo camino
ChickLitMuchas veces buscamos un nuevo comienzo, el problema es que no nos damos cuenta que, para lograrlo, debemos superar las cosas que nos llevaron a buscar ese comienzo. La necesidad de encontrar algo nuevo. Parece un juego de palabras, pero es la reali...