Capítulo 7

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¿Qué rayos había sido eso? ¿No le gustaba? ¿Por qué no me besaba? Quizás se había dado cuenta quién era realmente y por eso no quería hacerlo. Estaba confundida, él me confundía. Estoy segura que no era la única que sentía la tensión entre nosotros.

Entro a mi habitación y estaba Anna ¿desnuda?

—¿Estás con alguien?— pregunto con los ojos como platos.

—Se acaba de ir— me responde y finalmente entro.

—Chica traviesa— la molesto— aprovechas que tu pobre amiga se va y traes un hombre. Eso no dice la biblia Anna Gilbert.

—Suenas como mi madre. — se queja— Fue una completa pérdida de tiempo.

—Suena fatal, cuéntame.

Mientras me acuesto en mi cama, busco el contacto de Felipe para avisarle que había llegado bien al dormitorio.

—Está bien pero luego me cuentas cómo te fue con Felipe.

—Casi perfecto,— respondo de mala gana— pero otra vez no me besó.

—¿Y si lo besas tú?

—No, quiero que me bese él. Mira si me besa sólo por corresponderme. Quiero que me bese porque realmente quiere hacerlo, porque se muere por hacerlo.

—Mira si él piensa igual— dice— y no te besa porque tiene miedo que no le gustes.

—Anna, sabe que se acerca a mí y mi cuerpo se hace puré. Sabe que me gusta, créeme.

Después de una hora de contar nuestras respectivas salidas, nos disponemos a dormir.

Busco en mi teléfono "Felipe Mills". En el buscador me aparece su biografía y leo:

"Felipe Mills (28 años de edad) nació el 3 de junio de 1992. Hijo de Lilian Trend y de George Mills (fallecido en 2002). Es uno de los empresarios más poderosos del continente europeo. Su empresa, "William Mills" (en honor a su abuelo), pasó por una gran decadencia luego de la muerte del heredero. Pero su primogénito logró sacarla adelante nuevamente a los 18 años. Hoy su empresa se postula entre las primeras del mundo en mejorar la calidad de vida de cientos de personas junto al impresionante trabajo de la "Fundación Lauren Mills" y de la inversión en alimentos.

Sobre su vida privada es poco lo que se sabe; se lo ha visto con pocas mujeres a lo largo de los años. Es uno de los solteros más codiciados y hasta ahora, nadie pudo cazar al magnate"

La página seguía hablando de su familia actual y de diferentes logros de su empresa. Era un gran hombre, eso no lo podía negar. El sueño bajó y me quedé dormida pensando en él.

Los días siguientes fueron tranquilos; hablé con Felipe por mensaje y quedamos en salir hoy, viernes. Laura no había aparecido; sabía que no tenía que hacerlo porque todavía estaba enojada por lo que me había hecho.

—¿Dónde van a ir?— pregunta Mare lanzándose en mi cama.

—No lo sé Mare— respondo desanimada.

—Ey, ¿qué pasa?— pregunta preocupada— ¿No quieres salir con él? Si no quieres, lo dices y listo. No tienes porqué verlo.

—Tranquila, fiera— digo riendo— Es sólo que todavía no nos besamos. ¿Y si no quiere nada de mí? Tengo miedo de estar ilusionándome con algo que no va para ningún lado. Y no me vengas con lo de que lo bese yo, eso no va a pasar.

—Hagamos algo. — propone— Si hoy no te besa, le preguntas de qué va todo esto. Le preguntas qué es lo que él pretende contigo, ¿entiendes?

Un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora