Embarazada, otra vez. Por un momento me volví a sentir como esa pequeña de 16 años que fui. Esto no podía estar pasando de nuevo; no me podía encontrar otra vez en una situación tan mala.
La frase "estás embarazada" se cruzaba en mi cabeza con lo que me dijo Felipe hace unos días "sé que ahora no pasará, pero no quiero tener hijos por un largo tiempo". Él no quería esto, había sido demasiado difícil lo de Victoria para él.
—Meredith— dice Amanda, devolviéndome a la realidad.
—¿Qué?
—Escucha, sé que esto es difícil para ti por todo lo que has vivido. Déjame explicarte algunas cosas para que entiendas.
Asiento, invitándola a hablar.
—A veces el implante falla; generalmente los médicos no le dan la suficiente importancia. Es probable que sea por el implante tu anemia.
—Pero lo de la anemia pasó hace mucho. ¿Desde ese momento no estoy cubierta? ¿De cuánto estoy?
La cabeza me daba vueltas.
—No, desde ahí el método empezó a fallar. Hasta que, aparentemente, decidió fallar por completo. De hecho, se movió; ahora lo tienes dentro del músculo del brazo. Ya no lo tienes cerca de la piel.
—¿Y de cuánto estoy?
—Necesito hacer una ecografía trasvaginal para saberlo.
—¿La puedes hacer ahora?
—Sí, claro. Déjame prepararla.
Prepara el dispositivo y lo introduce lentamente. En la pantalla se empiezan a ver cosas que no distingo.
—Aquí— me dice señalando un pequeño punto.
—¿Eso es?— pregunto con miedo.
Era tan chiquito y yo lo tenía que proteger. Esta vez las cosas serían diferentes; esta vez iba a cuidar a mi bebé de todo y de todos. Ya lo había expuesto a demasiados peligros y malos sentimientos.
—Tienes unas 6 semanas.
—¿Y está bien?
—Está muy bien. Ahora vuelve a ponerte tu ropa que te explicaré cómo procederemos.
Asiento, aún perpleja y me visto. Mi mente iba a mil, pensaba en muchas cosas y a la vez en nada.
—Bien, primero que nada necesitamos extraer el implante de tu brazo porque le está haciendo daño a tu cuerpo.
—¿Cuándo podría ser?— pregunto rápidamente.
—Ahora mismo pondremos una fecha. Antes tengo que preguntarte algo, ¿estás segura de querer continuar con el embarazo?
—Sí, estoy segura. Si estaba dispuesta a hacerlo cuando tenía 16 años, lo haré ahora. Quiero hacerlo, pero no es fácil. Mi novio no quiere tener hijos todavía pero si él no quiere, no lo necesito.
—Bien, entonces te daré algunas indicaciones para que vayas teniendo en cuenta.
Me explica algunas cosas sobre cómo tengo que manejarme y qué esfuerzos puedo hacer.
—¿Has tenido síntomas? Fatiga, náuseas, vómitos, más ganas de orinar.
—Ahora que lo mencionas estuve bastante cansada y con mareos. Náuseas no pero si vomité en dos ocasiones; no les presté atención porque fueron en dos momentos de mucho estrés y tensión.
—Bueno, necesito que evites esos momentos en lo posible.
—Lo intentaré— suspiro.
—¿Te irás a Londres como me dijiste el otro día?

ESTÁS LEYENDO
Un nuevo camino
Romanzi rosa / ChickLitMuchas veces buscamos un nuevo comienzo, el problema es que no nos damos cuenta que, para lograrlo, debemos superar las cosas que nos llevaron a buscar ese comienzo. La necesidad de encontrar algo nuevo. Parece un juego de palabras, pero es la reali...