Un nuevo camino

Capítulo 63

—Cariño, deberías ir a descansar— me dice Amelie.

Los padres de Meredith habían llegado una hora antes y no habían dejado de insistir en que vaya a descansar y comer algo. Pero yo no quería moverme de mi asiento, necesitaba estar cerca de ella.

2 días habían pasado desde el accidente de Meredith. 2 días en los que no había empeorado pero tampoco había mejorado. Y eso nos tenía a todos preocupados.

—Hagamos esto, hijo;— me dice mi madre— te llevo a tu casa, te bañas, duermes un poco y vuelvo a traerte aquí.

Mi madre vino al hospital ni bien se enteró y no se movió de mi lado. A pesar de la relación que tiene con Meredith, la noto muy preocupada por ella.

—Quiero quedarme aquí.

—Felipe, nosotros nos quedaremos aquí. No nos apartaremos de su lado, te lo prometo— dice Amelie en un intento de que entre en razón.

Bufé; no iban a parar hasta que lo logren. En cualquier momento me iban a sacar a rastras de aquí, así que opté por el camino más sano.

—Está bien.

Todos suspiran aliviados al ver que me levanto. No quería dejarla pero ellos no iban a dejar de insistir hasta que logren su cometido. 

Luke nos dirige a mi madre y a mí a la salida y subimos a su auto. Conduce en silencio el tramo hasta su casa. No quería ir a la mía; las cosas de Meredith estaban ahí y no toleraba verlas. 

Una vez que llegamos, tomo una ducha que me reconforta un poco. Me acuesto y me quedo dormido al instante. Era la primera vez en dos días que me acostaba en una cama así que no me sorprendía.

Desperté un poco confundido; me dolía la cabeza. Me levanté rápidamente y me vestí. Ya no me convencerían de dejar a Meredith de nuevo. 

—Despertaste— me dice Luke que estaba en la sala de estar.

—Sí, pero quiero volver.

—Tu madre dejó ordenado que comas antes de irte.

—¿Dónde fue?— pregunto mientras me sentaba a comer algo.

—Tenía unos trámites que resolver. La tuve que convencer; no quería dejarte solo.

—¿Hubo alguna novedad?

—Está viniendo la policía a mostrarte el vídeo del accidente, necesitan saber si reconoces al sospechoso.

Asiento y sigo comiendo; era mucho mejor que la poca comida de hospital que había comido. Una vez que había terminado, llegó el oficial que se acercó a mí el día del accidente.

—Señor Mills— me saluda.

Lo saludo también y procede a mostrarme el vídeo. Era una cinta de la calle del accidente. Se ve a Meredith corriendo, hablaba con Elizabeth. De pronto, se ve cómo un auto la atropella y sigue su camino sin detenerse. 

Al ver a Meredith tirada en la calle un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí ganas de vomitar lo que acababa de comer. 

—No entiendo, oficial. No se puede ver al sospechoso.

La grabación del auto era desde atrás, no se veía ningún rostro. 

—Por fortuna, una de las casas tenía videovigilancia y se puede ver un poco mejor al sospechoso. Pero necesitaba confirmar que no reconocía el auto.

—No, nunca vi ese vehículo.

Busca un archivo y empieza a reproducirlo. No se veía muy bien pero congela la parte en que se ve un poco la silueta del conductor.