Capítulo 1

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—Vamos, Meredith, una toma más— dijo Laura mientras me sacaba la foto número 97.

—Estoy cansada Laura, estuvimos toda la mañana. Tengo que estudiar— protesté.

"Esto paga la universidad, esto paga la universidad" me repetía mentalmente para poder seguir soportándolo.

—Sólo unas tomas más. Esa pose no me convence.

—Andrea, ¿podrías apagar el aire acondicionado? Tengo frío— pedí.

Y, como para no tenerlo. Si sólo tenía puesta ropa interior.

—Meredith, tenemos que ganar este concurso. No te olvides lo que pasó la vez anterior.

Como para olvidarlo, si no hacía otra cosa que reclamarme. La temporada pasada no tuvimos mucho tiempo para hacer las sesiones de fotos por culpa de mis estudios y no logramos ganar el dinero del primer premio.

—Ya te dije que lo lamento, para mí tampoco fue conveniente— dije sin poder evitar recordar lo que había tenido que hacer para poder pagar la universidad.

—Si te la pasaste super bien con La Rusa, hasta saliste beneficiada— dijo riendo.

—Sí, seguro— mentí. No podía mostrar que no estaba de acuerdo con ese mundo, pero tampoco podía salirme como si nada.

—Bueno, ya descansaste. Sigamos— dijo mientras volvía a disparar la cámara.

3 horas más tarde estaba saliendo del estudio. Tenía que volver a la residencia para intentar dormir un poco; hoy era mi gran noche y ni Laura ni todos mis problemas lo iban a arruinar.

Era una hermosa tarde de primavera en Barcelona. Llegué a la residencia y subí a mi habitación. Y, como siempre, mi gran amiga Anna me esperaba con algo de comida.

—Hasta que por fin te dignas a aparecer— dijo retándome— Qué cara traes.

—Discutí con mis padres, siempre es lo mismo. Me cansan, no entienden que no volveré, ya no tengo un hogar al cual volver— mentí.

Nadie podía saber cómo me ganaba la vida. Bueno, en realidad no es todo mentira; es verdad que no tengo un hogar al que volver. Pero con mis padres no hablo hace mucho tiempo, y eso no cambiará.

—¿Otra vez con lo mismo? ¿Por qué no hacen algo en vez de discutirlo por teléfono?

Me daba culpa mentirle, realmente la consideraba mi hermana. Pero le mentía para protegerla, no quería que supiera la verdad, además de que eso la podría poner en peligro.

—Sí, no sé qué haré. Volver a mi país a veces no suena tan mal, sólo que no quiero verlos.

Anna estudiaba Derecho (razón por la que también ocultaba mi secreto) y yo Psicología.

—Preparé algo de comida, yo ya comí.

—Lo imaginé, es tarde ya. Voy a comer algo y luego intentaré dormir— exclamé dejando claro que tenía que guardar silencio.

—Lo sé,— chilló— hoy es tu gran noche. Los vas a deslumbrar.

—Anna no exageres, además también es tu noche. 

Hoy había una muestra del conservatorio de danza de la universidad. Anna y yo nos presentaríamos. Yo bailaba Flamenco y ella Danza Clásica. Era algo que me tenía muy ilusionada, amaba bailar, era lo único que me desconectaba un poco de todo lo que pasaba a mi alrededor.

—Bueno, son las 2 de la tarde. Puedes dormir hasta las 6. Más no, nos tenemos que preparar. Recuerda que cierras el show así que puedes tardar un poco más en prepararte— dijo Anna. Además de bailar, Anna se encargaba de la organización del show.

Un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora