Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)

Capítulo 3: Poder predestinado Hope(less)_Contracts

El ambiente en la sala estaba enrarecido, pero no era por el asunto de Armando desangrándose como mil puercos en matadero; para empezar, ni siquiera le dijeron al resto de los chicos lo que había ocurrido. El asunto era más primordial y varias veces más «mágico».

-¡No! ¡No! ¡No! ¡No! -Era Sayaka quien negaba frenéticamente con la cara completamente roja-. ¡Cuando te dije que ya tenía a alguien en mi corazón, lo dije en serio!

-Sí... puedo verlo... -hablaba con menos fuerza de lo usual, pero no podría especificar si era por el cansancio de lo ocurrido recientemente o por aquel rechazo tan energético-. Ni modo, un aliado menos...

Touya, por alguna razón, jaló a Sakura hacia sí mismo y la cubrió con sus brazos; Shaoran se encontraba frente a ellos, encarando a Armando, con los brazos abiertos, como diciendo «No dejaré que la toques!»

-¿Por qué estoy recibiendo estas miradas tan hirientes...?

-Yo tampoco lo sé, pato -levantó el dedo pulgar-, ¡pero verte en aprietos es divertido!

-Te odio...

-Ya sé.

Sin entender muy bien si esas palabras iban en serio o tenían el significado opuesto, Madoka levantó la mano.

-Este... -su voz apenas era audible-. ¿No era broma... -su cara se prendió en rojo y apretó sus labios- eso del... beso?

En el último momento, levantó la vista como si fuera una pequeña niña asustadiza. Se robó el corazón de Armando, pero posiblemente de una forma que no le agradaría mucho.

-¡No, Madoka-sama! -Hizo dogeza frente a ella-. ¡Lo lamento, no es mi intención robar sus castos labios, es sólo que yo...!

-¡Ya basta con el «sama»!

Armando levantó la cabeza, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-Pero...

-¡Sólo quiero saber si sólo tengo que darte un beso -esa última palabra la tartamudeó- para tener poderes mágicos!

El chico del piso se sentó y cruzó las piernas, luego rascó su cabeza y suspiró.

-Sí, no podríamos entrenarlas desde cero para derrotar a Walpurgis Nacht en sólo un mes...

-¿Y no correrán riesgos...? -Se agachó para ver a los ojos al chico-. Me refiero a Madoka y Miki Sayaka.

-Si pelean, sí que los tendrán, pero si te refieres a que sus almas queden dentro de las cartas o que si yo muero ellas mueren y ese tipo de condiciones... -hizo un óvalo en el aire con los dedos índices-. La respuesta es no, los espíritus son mucho más amables que Kyubey; aunque trabajé bastante durante la noche para cambiar el hechizo de forma que funcionara en este mundo.

-¿Este mundo...? -Apretó la llave que colgaba de su cuello-. ¿Eso significa que el poder mágico no funciona igual en todos lados?

-Sí, pero no te preocupes, tu contrato con el Báculo de la Estrella y las Cartas Sakura ya está completamente formado -levantó el pulgar-. ¡No deberías tener problemas, después de todo es tu poder!

Kero y Shaoran intercambiaron miradas consternadas por un segundo, eso alertó a Armando.

-¡Esperen...! ¿Ya no es esa su habilidad?

Sakura metió la mano dentro de su camisa y mostró la nueva llave al chico. Los ojos de Dai se abrieron de par en par.

-¿Qué es esa...?

-Es la Vara de Sueños... -bajó la vista-. Apenas tengo unas pocas cartas que vinieron conmigo y no sé dónde están las Cartas Sakura...

Armando se levantó de golpe y caminó como león encerrado de un lado para otro, era la única forma en la que podía pensar al cien por ciento.