Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)

Poder predestinado Hope(less)_Contracts: Parte 9

Expliquemos algo que posiblemente no ha quedado claro.

Cuando Armando tenía ocho años, su hermano descubrió que el chico sabía usar magia. ¿Dónde aprendió? Él dijo que en sus sueños aunque lo cierto es que no estaba muy seguro. Julius le pidió que le enseñara a emplear esa magia y, tras algunos meses de entrenamiento, descubrió un poder indescriptible dentro de él. Una vez más, aunque Armando fue el primero en aprender sobre ello, Julius lo sobrepasó con facilidad.

Julius conoció una chica en la preparatoria, era una de paga y muy prestigiosa; normalmente sus padres no habrían podido pagar, pero gracias a su genio le dieron una beca completa. Esa chica lo descubrió de inmediato, que podía utilizar magia; la razón fue sencilla: ella también estaba metida en la parte oculta del mundo.

Pronto descubrieron que tenían mucho en común y que pensaban que el mundo estaba yendo por un mal rumbo. Entonces decidieron formar un grupo, algo así como un club, con el que pudieran hacer algo para proteger a la humanidad.

"Para iluminar el futuro de la humanidad", con ese lema, la organización ganó el nombre Lux Hominum. Y antes de darse cuenta, se hicieron con dos camaradas más. El objetivo de Lux Hominum era sencillo: proteger a la humanidad de lo oculto. No importaba si el contrincante era humano o no, lo destrozarían si era por el bien de la humanidad; porque eso era lo "correcto".

Y ahí estaban ellos, dos años después, teniendo una junta sobre el último trabajo que Lux Hominun hizo.

Julius estaba de pie, señalando con una varilla mapas y papeles que fueron clavados a un pizarrón de corcho.

-... y la encontramos desnuda y golpeada por esta zona. Al principio pensamos que era una chica secuestrada, pero resultó ser una huitzilica abandonada.

Rilet, ahora con su nuevo conjuntito a negro y rosa, aplaudió. Estaba maravillada con toda esa información.

-¡Increíble -aplaudía sin cesar-, la cara de pelo sabe muchas cosas sobre nosotros!

-¡Esta puta escuincla...!

-Ya... ya... -le dijo a su chico-. Rilet, ¿sabes por qué te abandonaron?

-Sí, porque soy débil -se limpió con el dedo un fluido que venía bajando por su nariz-. Soy más fuerte que los enclenques hombres de maíz, pero no soy fuerte como huitzilica...

Julius tomó una de las reglas largas que se usaron para cortar los trajes, pero Karen se lo quitó de inmediato, manteniendo una sonrisa que parecía imperturbable.

-¿Te abandonaron sólo porque no eras fuerte? ¿Qué dijeron tus papitos?

-Nada, ellos fueron los que me tiraron en el desierto.

-¡Eso es...!

David la detuvo con una mano y acomodó sus lentes.

-No te puedes enojar, Susana, es la cultura, no de otro país, sino de otra especie. Ellos viven así.

-David tiene razón -se cruzó de brazos-; además, ellos nunca han mostrado sus colmillos a la humanidad, no podemos ponerles una mano encima.

Susana apretó las manos y vio hacia el suelo. No podía con la impotencia.

-Pero... A una niña chiquitita...

La risa de esa "chiquitita" la interrumpió.

-Los humanos siempre son raros con esas cosas -puso su mano sobre su pecho-, que me echaran fue mi culpa. Regresaré y mataré a quien me echó, así recobraré mi lugar en el grupo.

La sangre de todos se heló, Karen incluso llevó sus manos a su boca. El que se atrevió a hablar fue Armando.

-Si matas a quien te echó... estarías matando a...