Poder predestinado Hope(less)_Contracts: Parte 15

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Un chico de ojos negros y cabellos como la noche soñaba. ¿Con qué soñaba? Con días mejores en los que vivía con su hermano y sus amigos. Pero todo se puso negro de repente y sintió una desesperante prisa por abrir los ojos; al hacerlo, encontró una mano gentil que acariciaba su cabello.

-¿Quién es?

-La vieja Inés -le respondieron.

-Ah, ya entendí...

Intentó enderezarse, pero notó que sus manos eran sostenidas por un par de chicas. Madoka sostenía su mano izquierda mientras que Homura, la derecha. Estaban sentadas en pequeños bancos a un lado de la cama; quedaron dormidas tiempo atrás.

-¿Qué me pasó? -Zafó sus manos del agarre de las niñas y esta vez sí se enderezó-. ¿Por qué estás ahí...?

-Parecía que querías descansar en unas piernas y te presté las mías -masajeó sus muslos-. ¿Qué te parecen, pato?

-¿Que qué me parecen...?

Ella estaba recostada en la cama de forma transversal, a la altura de la almohada. Con sólo unos shorts y una playera que le quedaba demasiado grande, ciertamente el «¿Que qué me parecen...?» escondía algo.

-Madoka-chan te dio con una flecha rosa o eso escuché... pato.

El sentimiento agradable que invadió su pecho regresó a su mente, con él todos sus recuerdos.

-Es verdad... Esta vez he quedado inconsciente más veces que nadie -se rascó la cabeza-. Soy patético.

-Dime algo que no sepa -se sentó y se cruzó de piernas-. Touya-chan también está mal -señaló la cama de al lado, la suya-, todo el...

-Dime, ¿de qué color son mis ojos?

-¿Por qué, pato?

-Sólo dime.

Un silencio incómodo se produjo entre ellos. Rilet suspiró.

-Son como antes, como cuando sólo eras Dai.

-¿Cuándo sólo era Dai? ¿Qué se supone que significa eso?

-Significa lo que significa -se paró y caminó hasta la entrada-. ¡Eres un imbécil!

Azotó la puerta y se fue. Eso despertó a las dos chicas a sus lados.

-¿Qué sucedió?

-Dai-kun... -se talló los ojos-. ¿¡Ya estás mejor!? ¡Lo siento! ¡De verdad...!

Armando levantó la mano y sonrió.

-Fue mi culpa, me confié -acarició las cabezas de ambas-. Gracias, tal vez no lo habría logrado si no hubieran estado aquí para mí.

-N-no es nada... -su cara estaba roja y sus ojos vagaban por la habitación-. Es lo mínimo que puedo hacer por... -lo siguiente lo susurraría- dejar que me desahogara...

-Dai-kun, ¿le agradeciste como es debido a Rilet-san?

Armando negó con la cabeza, viendo las sábanas.

-¡Ella estaba muy preocupada por ti y te estuvo cuidando todo el rato!

-Ella... ¿De verdad hizo eso?

Volteó a la ventana, era de noche. No podía decir con seguridad la hora que era, pero se sentía muy muy de madrugada. Si fuera otro día, ellas no estarían ahí, así que seguro que sólo había dormido algunas horas.

-Dai, hay noticias.

-...

Levantó la mano y enseñó el anillo sin piedra que antes contenía la Soul Gem.

-Somos libres, se rompió el contrato con Kyubey.

Los ojos de Armando se abrieron de par en par. No podía creer que ese problema se hubiera solucionado tan rápido. Buscaba una respuesta con la mirada.

-Fue Sakura-chan, dijo que sabía cómo regresar a todas a la normalidad.

Una sonrisa débil se dibujó en los labios del chico.

-Entiendo... Sakura-sama es increíble...

-Sí, lo es, jamás habría imaginado que se podía arreglar todo.

-Supongo que nuestro trabajo está hecho...

Su intención era volverse a recostar, pero...

-No, aún no acabamos con todo -se levantó del banco-. Dai, quiero que formes un pactio con nosotras, todas estamos de acuerdo, incluso Miki Sayaka.

-¡Espera, espera! ¡Ya acabamos con su maldición, ya no hay razón para...!

-¿Y las demás? -Lo veía con ojos tristes como de cachorrito-. ¿Quieres abandonar a las demás Puella Magi?

Era cierto, él había prometido que las salvaría a todas. Sólo había un pequeño inconveniente.

-Pero yo... -sus ojos y su voz temblaban-. Yo ya no tengo la fuerza de antes.

Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora