Poder predestinado Hope(less)_Contracts: Parte 2

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Después de una ronda de gritos e insultos, los chicos acordaron que el tema de los besos quedaría vetado por un tiempo. Apenas sucedió aquello, Touya, Armando, Shaoran y Mami se metieron a la cocina a preparar la comida. Normalmente, uno de ellos habría bastado, pero...

-¡Más comida, pato! -Reía con la boca abierta-. ¡Esto está riquísimo!

-La comida está deliciosa, chicos -apiló un plato en una torre que comenzaba a parecer hasta cómica-. ¿Creen que pudiera tener un poco más de esas gambas en tempura?

-Jamás me imaginé que Arman-han fuera del tipo que cocina... -metió algo como un taco de suadero miniatura a su boca-. Si como el postre del mocoso... -eructó y se rodó sobre la mesa-. Podría morir...

... había tres monstruos salidos de las profundidades del infierno.

-Armando-kun, Touya-san... -estaba sudando a pesar de que amarró su cabello para que no le cayera por la cara-. ¿De qué están hechos sus cuerpos...?

-No lo sé... -Se recargó en la barra de la cocina-. Ni siquiera yo sabía que Yuki podía comer tanto.

-Tal vez sea porque Yue quiere tener la mayor cantidad de poder por si las dudas... -tomó un par de platillos en sus manos-. Dijo gambas, ¿verdad? A mí lo que me sorprende es que Kero les siga el ritmo...

Salió de la cocina, dejando atrás a los exhaustos Mami y Touya. Puso los platos frente a Yukito y Rilet.

-Gracias, Armando-kun.

-¿¡Le echaste suficiente chile, pato!?

-Sí, sí, cállate y come -se cruzó de brazos-. No es nada, Yukito, pide más si gustas, la cuenta de esta casa corre a nombre de un hombre con mucha influencia, así que come cuanto gustes.

El trato era claramente distinto, pero eso no parecía molestar en lo más mínimo a la chica monstruo. Rilet sólo seguía comiendo y comiendo sin parar. En cuanto a los demás...

-Armando -estaba sentado a un lado de Sakura, pero su plato estaba a medio comer-. ¿Seguro que no quieres que les ayude? Yo...

-No, no. Los niños deben comer tranquilos -comenzó su camino a la cocina-. Supongo que -tomó la torre de platos infinita de Yukito- Mami también debería sentarse a la mitad en los subsecuentes días, Touya y yo nos encargaremos de alguna manera...

Dejó el comedor y pronto llegó Mami con un plato propio. Había una ensalada que tenía pinta de ser occidental y un poco de arroz preparado de una forma que ninguno de ellos había visto antes, decir que parecía paella era lo más cercano, pero seguiría siendo incorrecto.

-Me dijeron que descansara -le faltaba el aliento-. Ser una Puella Magi no te prepara para algunas cosas, supongo.

Se sentó a un lado de Kyouko quien, a su vez, estaba a un lado de Homura; el orden de las demás debería ser más o menos claro. La mesa era de madera oscura y tenía espacio para doce personas.

-Bueno -tenía un mondadientes en la boca, lo movía de arriba para abajo al hablar-, no puedes culparte, Mami, el apetito de esos tres es una locura.

-Dai dijo que no los juzgáramos con estándares humanos, cada vez tiene más sentido -puso sus manos sobre la mesa, cruzándolas-. Aunque, bueno, hay quienes no lo entienden, ¿no es verdad, Miki Sayaka?

Sayaka estaba semi-desmayada a un lado de Madoka, exactamente a un lugar de distancia de Homura. La pobre tenía problemas para mantener la comida dentro de su boca, pero una extraña especie de orgullo estúpido la mantenía luchando sin dar tregua.

-¡Tú...! -Tuvo que detenerse por las agruras-. ¡Juro que un día... los derrotaré...!

-Es imposible, Sayaka-chan... -no parecía muy feliz, pero tampoco se veía realmente preocupada; tal vez era la cara de quien estaba acostumbrada a aceptar que su mejor amiga es estúpida-. Entonces, Sakura-chan, Li-Kun -cambió completamente su atención hacia el frente-, ¿harán el contrato del pactio?

Ni Touya ni Armando estaban, posiblemente las cosas serían más pacíficas que unos momentos atrás. Por lo mismo, ni Sakura ni Shaoran sintieron tanta vergüenza. Entonces los dos asintieron.

-Sí, es lo que nos da más probabilidades de vencer -dijo el chico, viendo hacia la mesa, pero al vacío en realidad-. No es que sea peligroso de todas formas.

-Aunque -se le salieron unas risitas nerviosas-, como que me da un poquito de pena... ¿No habrá un método menos vergonzoso?

Rilet dejó de comer y se limpió la cara con una servilleta sólo para responder esa pregunta, parecía impaciente por hacerlo.

-¡En realidad podrían transmitir parte de su flujo de magia a otras personas! -Hizo un círculo con una mano e hizo pasar su dedo índice repetidas veces por el medio-. Pero ya saben, es más complicado que sólo un beso.

Touya y Armando regresaban de la cocina; llevaban consigo algunos platos, presumiblemente era la comida de ambos.

-... y con la tuya serían cuatro, ¿de verdad piensas hacerlo?

-Puede ser difícil, pero no queda de otra.

- Supongo que tendré que meterte la espada...

Un plato volador no identificado le dio de lleno en la cara a Armando; lo mismo habría ocurrido con Touya de no ser porque Shaoran lo detuvo a medio camino.

-¡Impuros, sucios, delincuentes!

Mami salió corriendo y subió las escaleras.

-Ah, bueno... -no podía ver al rostro a ese chico-. Eso también está bien, sí -parecía que quería llorar-. Si podemos salvar a todos está bien.

-Por eso te dije que no, Madoka -la tomó en sus brazos-. Es un mal hombre, no te merece.

Las carcajadas de Kyouko y Rilet retumbaron en los oídos de Armando.

Dato curioso: el plato tenía muchísimo puré, por lo que se atascó en la cara de Armando y no cayó de inmediato. Pero lo que presenciaron esas niñas en ese momento fue...

-¡Es el diablo, corr-!

La voz de Rilet fue cortada de tajo una vez más.

Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora