Arreglando el malentendido True_Contract: Parte 3

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Tomoe Mami abrió los ojos para encontrarse con un techo desconocido. Intentó levantarse de inmediato, pero un mareo intenso la invadió y terminó cayendo de donde estaba. El sonido llamó la atención de dos personas que salieron de lo que parecía ser la cocina.

—Ya despertó, Armando.

—Sí, me doy cuenta.

Eran ese par de chicos descarados; comían helado en unos pequeños platos de porcelana. No se parecían en nada y sus atuendos eran completamente distintos, pero de cierta forma daban el mismo tipo de sensación; hasta parecían llevarse bien.

—¿Qué...? —Aún estaba confundida, llevó su mano a su frente sin preocuparse por levantarse del suelo—. ¿Qué pasó?

—Intentaste suicidarte y te noquié —sí, así lo dice él—, perdón.

—Yo... suicidarme... —sus ojos se abrieron de golpe y su cara se tensó por completo—. ¡Las Puella Magi son...!

Touya dejó su platito de helado en la mesa y la levantó de la cintura como si fuera un gato, entonces la dejó de regreso en el sillón.

—Tranquila, ya pasó todo —tomó cierta joya de la mesa y se la enseñó—. Mira, ya está limpia.

—¿Mi Soul Gem? —La tomó entre sus dedos con mucho cuidado, no se notaba si era por el asco o para tener cuidado con su propia alma—. ¿¡Cómo la limpiaron!?

Brillaba en un amarillo incluso más puro que cuando le fue entregada. Era ciertamente el trabajo de un profesional.

—Fui yo —se metió la cuchara del helado a la boca—, si esa cosa se vuelve negra te convertirás en una bruja y la Soul Gem, en una Greed Seed. Tienes que tener cuidado con ella.

Las palabras se atascaron en su garganta, pero pudo sacarlas tras dudar un poco.

—Gracias —agachó la mirada—. ¿Cómo podría pagarte?

—Ya me pagaste —le dio otra cucharada a su helado—. ¿De quién crees que es el dinero que compró este helado?

Mami levantó la cabeza de golpe y buscó en el cuarto oscuro. Encontró su billetera en medio de la mesa de centro. La abrió a toda velocidad y encontró que, en efecto, había sido robada.

—¿¡Qué clase de prestamista fraudulento eres!?

—El mejor —la señaló con la cuchara—, por lo menos mejor que Kyubey.

Ahí tenía un punto, así que cerró la billetera y asintió, con una sonrisa triste y diminuta en su rostro.

—Deben pensar que soy una idiota... —un sollozo se escapó de sus labios; entonces, incluso con esa oscuridad y lo diminuta que debía ser, Dai fue capaz de ver una gota caer de sus ojos al suelo—. Estuve a punto de hacerles algo horrible a Kaname-san y Miki-san... ¡Sólo porque... —se mordió el labio— no quería estar sola!

Touya se sentó a su lado y puso su mano en su cabeza, la acarició con gentileza. La mano de ese hombre era realmente enorme y cálida.

—No sé cómo haya sido, pero seguro fue difícil —su voz grave no era amable; «torpe» era una buena palabra para describirla—. Aún eres una niña, no te culpes.

Las lágrimas de Mami finalmente fueron liberadas y lo que fue algunas gotas al principio se convirtió en un torrente. Los sollozos también eran ahora un lamento continuo.

—¡Perdón, de verdad lo siento! —Sentía la mano del chico Kinomoto en su espalda, dándole ánimos—. ¡Me siento como una completa estúpida!

Su aguda voz resonaba en la habitación prácticamente sola, en medio de la oscuridad.

—¡Yo...!

—¿Tú qué? —Se agachó para tener su cara a la altura de la de Mami, sostenía un platito más—. ¡Si no te comes tu helado, me lo voy a comer yo!

Ojos rojos de un monstruo, pero no vacíos de emoción como los de Kyubey, estaban llenos de sentimientos y mil aventuras. Una sonrisa estúpida, pero no desquiciada como la de Rilet. Cabellos negros y largos, pero no enmarañados como en la tarde, el tipo se había peinado... Era lindo a su manera.

—Gracias —sostuvo su propio helado con sus manos y le dio una probada aún con algunas lágrimas en los ojos—. ¡Está riquísimo!

Una sonrisa infantil. Esa chica, que se había estado esforzando por ser madura, sobrevivir sola y ser la más fuerte justiciera de todas, mostró una sonrisa infantil.

Touya y Armando, que habían visto esa cara angelical, intercambiaron una mirada de complicidad.

—Ya no estás sola...

—No permitiremos que su historia acabe en una tragedia.

Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora