Capítulo 2: Arreglando el malentendido True_Contract

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Estaban todos reunidos alrededor de una pequeña mesa ubicada en la sala de esa gran casa. Las únicas personas de pie eran los amarrados, Armando y Rilet, y Yue, quien en algún momento había vuelto a salir y parecía estar custodiando con fiereza a ese par. El acomodo del resto era sencillo: Shaoran y Touya a los lados de Sakura; Mami y Sayaka a los lados de Madoka; Kero y Kyubey en las manos de su respectiva humana; y Homura alejada lo más posible de todos.

Apenas llegaron, Dai dijo algo como «seguro que hay pastel en el refrigerador». Con ese grito de batalla, hizo que Shaoran y Mami sirvieran un poco de eso para los chicos. Al final, para que pudieran pasarse el pastel, también decidieron preparar té y el resultado natural de eso fue...

—¡Dai-kun, esto está delicioso! —Comentó la linda chica de las coletas.

—¡Hooee! —Agregó la castaña—. ¡De verdad es delicioso, está al nivel de los pasteles de la casa de Tomoyo!

¿Lo dijo por inercia o sólo para la gente que conocía a Tomoyo? La verdad Dai no lo supo, pero él estaba más que satisfecho con ese elogio.

—¿De verdad? ¡Qué bueno!

—Sí, está muy rico —agregó Sayaka.

—Bueno, ciertamente no está nada mal...

—En mi casa también habríamos podido comer pastel...

Homura y Mami tenían sus propios problemas internos. Pero eso era menos importante que la cuestión que debían discutir.

—Me gustaría seguir hablando del té y el pastel, pero se nos hace tarde —dijo el chico, apresurándolas a hablar—. Akemi, Tomoe y yo ya sabemos qué son las Puella Magi así que sería bueno que Kyubey y Tomoe lo explicaran para todos. Sería lo más eficiente, ¿no?

«Vamos, maldito gato, habla de una buena vez.»

Era un anzuelo para hacer que Kyubey hablara, se le hacía demasiado raro que no hablara para nada.

Homura puso una mirada sombría, mucho más amenazante que la de hace un momento. Se levantó de su lugar y tomó a Dai por el cuello de la sudadera.

—¿Qué es lo que pretendes? —Preguntó, con una vena saltada en su frente y acercando su cara a la del chico.

—Nada. Lo mejor es que todos nos esforcemos por tratar de entendernos los unos a los otros. Seremos compañeros después de todo.

—Más te vale que no involucres a Madoka en esto.

Armando estaba a punto de decir «sí»; sin embargo, Touya tomó la mano de la pequeña chica de cabello negro, la que tenía sujetada la sudadera del chico.

—Tranquila —dijo, sin sobresaltarse o algo—. Ya lo escuchaste, él está aquí para salvarlas a ustedes.

Esa niña, Akemi Homura, soltó la sudadera y retiró su mano violentamente para que ese hombre extraño dejara de tocarla. Touya en respuesta tronó la boca, no parecía muy feliz con la actitud de la pequeña Puella Magi.

—¿¡Y cómo puedo saber que no nos están engañando todos ustedes juntos!? —Negó con la cabeza, con los ojos cerrados—. No, al ver sus caras de idiotas sé que ustedes no nos traicionarán, pero están siendo demasiado ingenuos si decidieron confiar en estos dos. ¿No crees que deberías sospechar más de este sujeto?

Touya vio de reojo a Sakura: parecía preocupada y como si estuviera pensando en qué hacer para que todos pudieran llevarse bien; era la hermanita menor de toda la vida, aun así se veía extrañamente tranquila, seguro que era porque confiaba en ese chico que se hacía llamar Dai. Y si su hermanita confiaba en él, el mismo Touya no tenía razón para desconfiar.

Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora