Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)

El conjuro más poderoso Love_Sacrifice: Parte 6

La verdadera razón por la que Kinomoto Sakura se esforzó tanto en volverse tan fuerte fue sólo una: un sueño. La razón por la que formó un pactio con Rilet fue ese mismo sueño. Al final, prácticamente todo lo que hizo fue correr desesperada para que ese sueño no se volviera realidad.

—¡No, Armando-san! ¡No debes ir, te matarán! ¡Homura-chan ya no quiere saber nada de ti!

¿Podía detenerlo? No, ella sólo pudo comunicarse con ellos porque aún había cierto grado de conexión entre su hermano y Armando, pero era tan débil que desaparecería si Armando la pensaba molesta.

—Eso... —apretó sus manos y sus dientes, su cabello cubría su cara—. Eso no lo decides tú, Sakura. Voy a ir a salvarlas, no dejaré que todo acabe exactamente igual...

—¡Espera, Dai! —Lloraba lágrimas amargas, algo que jamás creyó ver en toda su vida—. ¡No quiero que mueras, no te vayas, por favor! —Se aferró de la ropa de Blas—. ¡No lo envíes, por favor, no lo envíes!

No hubo respuesta por un par de segundos, pero finalmente ese hombre de cabello naranja y ojos amarillos como de gato habló.

—Entiendo que estés confundida ahora que tienes sentimientos, pero... le prometí que lo llevaría a donde me pidiera.

Él también tenía los ojos vidriosos. ¿Por qué lo haría si le dolía tanto? Tenía que ser un verdadero idiota si lo hacía, pero no es como que Sakura no entendiera cómo es cuando respetas tanto la voluntad de alguien que no puedes negarte a sus peticiones.

—Vamos, Blas —tomó su espada y la desenvainó con la mano izquierda—. Acabemos esto rápido.

—¡Armando, piénsalo mejor! —Gritó Touya desde un lado de Sakura.

—¡Eso es, Arman-han! ¡Podemos prepararnos algunos años más, espera un poco y liberaremos a Ma-!

La comunicación se cortó y ahí se quedó ella, en el cuarto de su hermano, sin fuerzas en las piernas y lágrimas cayendo de sus ojos.

—¿Cómo que "todo estará bien"? —Se lo reprochaba mientras se secaba las lágrimas con las mangas de su lindo pijama—. ¿¡Qué parte de esto es "salir bien"!? —Golpeó el suelo—. ¡Nada salió bien!