Capítulo 4: Sentimientos de amor Chaotic_Future

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Haber perdido la capacidad de usar el poder del Jaguar Negro era un fuerte golpe para Armando; sí, ya no era ni la mitad de fuerte de lo que era antes, ¿pero eso realmente importaba? Después de pensarlo un rato y discutirlo con todos, se llegó a la única conclusión que les permitiría avanzar: "sólo debemos volvernos más fuertes juntos".

Con esa premisa, cerca de un mes ya había pasado frente a sus ojos. Las mañanas eran para que los chicos fueran a la escuela y las tardes para cazar brujas y entrenar; eso implicaba que la tarea quedaba relegada a segundo plano, pero no tenían otra opción si querían no morir al enfrentar a Walpurgis Nacht.

Como fuese, ya eran cerca de las ocho de la noche y ellos seguían entrenando en un laberinto que secuestraron de una pobre bruja, una que tendría que haber enfrentado Sayaka en la línea original: Elsa Maria, la Bruja Sombra.

—¡Xiuhcoatl! —La espada de Armando se prendió en llamas azules y terminó por partir hasta la base las ramas que salían de la espalda de Elsa—. ¡Esto no tiene fin, que alguien me ayude!

Los chicos no le harían caso: ya estaban lo suficientemente ocupados entre los familiares de sombra y sus propios ataques.

—¡Toma esto, Sayaka! —Apuntó su nueva lanza hacia la peliazul, un rayo rojo salió disparado.

—¿¡Por qué siempre vienes conmigo, Kyouko!? —Usó una espada morada para bloquear el ataque—. ¡Ve a entrenar con Li-kun, Touya-san o Madoka!

—No digas eso —puso sus manos en su nuca—. ¡Me gusta jugar contigo!

—¡Sólo quieres molestarme, ¿no?!

El atuendo que la carta de Pactio les dio era muy parecido a sus vestidos de Puella Magi. Si hubiera algunas diferencias, sería que los trajes eran de colores más suaves y de color pastel. Como no había ocurrido sólo con Madoka, comenzaban a tranquilizarse y pensar que tal vez sólo eran una manifestación de sus esencias.

La lanza de Kyouko no se partía, pero el palo era extrañamente flexible, y la hoja era roja, como si fuera una rosa. Las espadas de Sayaka eran color morado y azul, la morada era de ataque y la empuñaba en la mano derecha, la azul, para defensa, la empuñaba en la mano izquierda.

Por su parte, Shaoran, Sakura, Touya y Madoka entrenaban peleando un todos contra todos. Las dos chicas podían volar y ellos, no, pero eso no hacía menos complicadas las cosas para ellas. La lluvia de flechas de colores y ataques coloridos que las dos lanzaban habían dejado el reino de lo seguro hacía mucho; lo impresionante era que Shaoran ya se había acostumbrado a la fuerza de las flechas rojas y a la velocidad de las azules. Touya, por su parte, era prácticamente imposible de derrotar, los únicos ataques de los que debía cuidarse realmente era de los que podían purificar a las brujas; el poder del Jaguar era una cosa impresionante.

—¿Estás bien? —Preguntó Shaoran, desviando una llamarada de The Fire con la espada de relámpago—. ¿No te sigue consumiendo?

—Son diez años antes de que puedas preocuparte por mí —las manchas negras y blancas palpitaban, parecía doloroso—. ¡Esto no es nada! ¡Garra carmesí!

Blandió su brazo en dirección de Sakura, cinco cuchillas de luz rojiza volaron a toda velocidad hacia la chica.

—¡The Sword, The Light!

Pero ella las bloqueó fácilmente con su espada, las partió como si fueran de queso.

—Ella también...

La mirada de Sakura era distinta, ya se estaba acostumbrando a eso de pelear en serio. Si Eriol la viera, posiblemente no la reconocería.

En la otra mitad de la enorme jaula que era ese laberinto, el resto peleaba prácticamente a muerte con cierto monstruo.

Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora