Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)

Poder predestinado Hope(less)_Contracts: Parte 5

Esta es una historia de algunos años en el pasado; más aún, es una historia de un universo bastante lejano al de las chicas o la propia Card Captor.

Por aquel entonces, Armando y Julius Luna habían dejado la casa de sus padres. No lo malentiendas, no tenían problemas con ellos en absoluto, fue simplemente así como las cosas terminaron. Julius encontró, a pesar de su extraña personalidad y desquiciado sentido de búsqueda de la perfección, una chica que lo entendía y que quería pasar los días casuales y los no tan casuales a su lado. Esta muchacha, Karen, tenía unos padres asquerosamente adinerados, mismos que le compraron un departamento como para una familia entera en las afueras de la ciudad, en un barrio de ricos. Ella les dijo a los chicos que se mudaran para hacerle compañía y, después de una o dos discusiones nada agresivas entre las familias, se acordó que así se hiciera.

Armando, por supuesto, no iría a una de las escuelas de ese barrio para ricos: no se sentiría cómodo y no quería poner a sus padres en una situación precaria, por eso el camino hasta la primaria era largo y tedioso, pero regresar a "la base", como le decían todos ellos, era la mejor parte del día.

«¡Siento que hoy pasará algo bueno!»

Corría por las calles de aquella ciudad sin otra cosa en mente que no fuera abrir la puerta del departamento y encontrar a su hermano y sus camaradas hablando de la próxima operación. En el camino casi tira un bote de la basura y es atropellado por una motoneta, pero ni siquiera le prestó atención a los gritos furiosos de las personas a las que habría afectado.

Sus ojos aún eran negros y su cabello también, sus colmillos eran de lo más normales y parecía un chiquillo más de quinto de primaria en México. El uniforme de la escuela era un suéter rojo con pantalón azul marino, jamás se atrevió a usar algo que no fuera ese atuendo, terminaría molestando a los profesores.

Esos pantalones azules casi lloraron cuando el muy torpe frenó frente al enorme edificio con paredes de cristal reforzado y terminó cayendo de bruces contra una jardinera tan alta como unos cincuenta centímetros. Las plantas sí fueron un poco destrozadas, pero se paró tan rápido y desapareció de ahí tan pronto, que nadie se dio cuenta de que fue él.

«El señor Jorge me va a regañar...»

Jorge era el portero del edificio, por lo menos durante esa parte del día. Si lo veía todo sucio y raspado, se daría cuenta de que había sido él el que destruyó las plantas y, ahora sí, lo regañarían.

«¡No tengo opción...!», pensó, sacando su teléfono celular, que aún no era un smartphone porque aún no había de esas cosas, y llamó a un número que tenía registrado como "LuxHominum5".

El teléfono dio varias timbradas y luego lo mandó a buzón. Lo intentó cinco veces más y todas tuvieron el mismo resultado. Intentó llamar a su hermano, "LuxHominum1", y no funcionó, luego a Karen, "LuxHominum2", y tampoco obtuvo respuesta.

El pobre estaba escondido entre unos helechos de por lo menos dos metros de alto, así que no tenía problema con la posición, era bastante cómodo, pero los piquetes de hormigas y arañas lo estaban haciendo llegar al límite.

Por último, intentó probar suerte con "LuxHominum3", la voz de una chica respondió de inmediato.

Tu hermano dijo que hoy no puedes venir, tenemos algo problemático entre manos. Bye chiquitín, regresa a casa de tus papás.

Lo único que quedó fue el tono del teléfono colgado. Una vena se saltó en su frente; siempre fue muy expresivo.

-¿¡"... algo problemático..."!? -Guardó, con manos temblorosas, el celular en la bolsa de su pantalón-. ¡Yo también soy miembro!