Arreglando el malentendido True_Contract: Parte 7

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 —¡Ya detente! ¿¡Para qué quieres tantas Grief Seeds!?

El grito de Sakura Kyouko hizo eco en uno de esos laberintos de brujas. Ella ya no sabía qué era más retorcido: ese espacio lleno de psicodélicos familiares y de fondos sin forma o la actitud de ese chico al cual ya consideraba un monstruo.

—Las que sean necesarias para saber cómo salvarlas correctamente...

Ella no podía ver el rostro del chico, pero lo sabía, que una mirada decidida y perforante adornaba esa cara que parecía tan estúpida cuando lo conoció. No sabía qué clase de impulso sobrenatural le daba esa fuerza tan abrumadora y esa resistencia tan inhumana como para recolectar veinte Grief Seeds en menos de ocho horas, pero lo que sí entendía es que debía ser una razón fuera de su imaginación.

—«Oh, hermoso ángel caído en la oscuridad, renace de entre las sombras y muéstrate ante el enemigo...»

Comenzó a conjurar algo en un idioma que ella no entendía. Recordemos que hasta ahora, por más irracional que suene, habían estado hablando en japonés y él habló en español frente a ella hasta ese momento.

—«... para salvar a quien no tiene escudo, para pelear por quien no tiene espada...»

El arete de su oreja izquierda brillaba del color del cielo, un pacífico y hermoso resplandor azul claro. La magnificencia y pureza de esa luz la hacía sentir que todos sus esfuerzos hasta el momento eran inútiles e impuros.

—«... corta directo a la desdicha y entrégame aquellos codiciosos deseos de cuando era un niño...»

El arcillo se convirtió en una katana de funda azul con negro, el diseño era como de grecas. A los ojos de Sayaka esa arma era como la de una Puella Magi, pero al mismo tiempo no, sentía algo mucho más grande salir de esa cosa. No era un arma hecha sólo de esperanza como las de ellas, sino que contenía dentro de sí mucho rencor, mucho odio, mucha desesperación y codicia... Era como si locura viscosa desbordara desde ella y aun así...

—¡Qué hermoso...!

Desenfundó la espada; la hoja tenía un brillo idéntico a cuando era un arcillo. Empuñándola con la mano izquierda y, balanceándola en diagonal desde arriba hacia abajo, gritó

—«... Mata Estrellas.»

El laberinto de la bruja desapareció y lo que hallaron al final fue:

[Muchas gracias, valientes guerreros; han liberado mi alma del sufrimiento, les deseo dicha por el resto de sus días.]

La imagen de una muchachita de cabello blanco, más o menos de la edad de la misma Kyouko y vestida con ropas parecidas a las de cualquier Puella Magi, se esfumó después de decir esas palabras.

—¡Una Puella Magi! —Gritó tras ver el alma—. ¿Dai? ¿¡Qué está pasa-!?

El cuerpo del chico perdió toda la fuerza y cayó al sucio suelo del edificio abandonado en el que la bruja había liberado su barrera. La pelirroja corrió para ver cómo estaba y lo que encontró fue una gran rajada en su pecho, justo la que tendría si él hubiera recibido su propio ataque.

—¿¡Dai, Dai!?

Puella Magi Madoka Magica: 青 怪物 の 物語 (Ao kaibutsu no monogatari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora