Lorena iba cabizbaja hacia la salida de la escuela. Les habían cancelado su última clase y, aunque sus amigos habían decidido quedarse en compañía de Jacob y Mireya, ella se había excusado diciendo que prefería llegar temprano a su casa. Esa no era la verdadera razón, pero sus amigos parecieron satisfechos, a excepción de Gabriel. La chica había visto en el rostro de su amigo que este sabía que algo sucedía con ella. Presentía que el chico de aura azul quería ponerla bajo un interrogatorio, pero ella no tenía ánimos para ello. Ni siquiera tenía idea de cómo le diría a su amigo que ahora no podía dejar de pensar en Jacob, y no precisamente en el que se encontraba en esos momentos con Mireya en la escuela.
La chica había elegido una ruta por la que no pasaba gente, una zona arbolada que pese a ser parte de la escuela era evitada, pues al encontrarse en los límites era mucho más sencillo atravesar en línea recta desde los edificios principales hacia la salida. Sin embargo, en aquellos momentos ella no quería encontrarse con nadie. No estaba de humor para aguantar que algún compañero se le pegara y le dijera que se fueran juntos.
—¿Por qué una chica tan linda se va sola al final del día? —le preguntó de repente una voz con acento español que hizo que el cuerpo de la joven se estremeciera.
Lentamente Lorena volteó el rostro y, cuando finalmente miró hacia el lugar del que había provenido esa voz, le pareció ver una aparición celestial. Ahí se encontraba él, recargado con desenvoltura contra un árbol, el hombre que había estado alimentando todas sus fantasías durante el fin de semana. No podía apreciar ninguna diferencia físicamente, pero para Lorena aquel chico que estaba viendo era totalmente diferente al que había dejado en compañía de sus amigos. Era ese muchacho el que hacía latir su corazón, el que hacía que su cuerpo quisiera elevarse y nunca más descender.
—¿Jacob? —preguntó Lorena tímidamente.
—De hecho, mi nombre es Esau —contestó el otro separándose del árbol y caminando hacia ella con seguridad.
—Esau —repitió la chica con emoción. No le importaba que aquel joven se pareciera físicamente al novio de Mireya, porque para ella existía un mundo de diferencia entre ambos.
—¿Quieres acompañarme a un lugar donde podamos charlar solos? —inquirió el hombre con voz seductora.
Como una tonta Lorena solo pudo asentir. El muchacho podría haber dicho que quería matarla y ella se lo hubiera permitido con gusto. Algo dentro de ella solo quería complacer a ese hombre, hacer cualquier cosa para que él pudiera ver cuanto significaba para ella.
Lorena estaba tan centrada en aquel muchacho inglés, que no se percató de que alguien estaba a varios metros detrás de ella. De hecho, la persona que la seguía lo había hecho desde el mismo momento en que había salido de su salón de clases, pero no la había alcanzado pues no se le ocurría qué podía decirle en esos momentos. Sin embargo, al venir siguiéndola ese individuo tuvo una vista de su encuentro con Esau.
—¿Quién es ese chico? —se preguntó Cristóbal para sí mismo.
No sabía por qué, pero aquel joven le daba mala espina. Y no creía que fuera por el hecho de que Lorena lo estuviera viendo embelesada, si bien era una explicación plausible considerando lo que la joven Oranday le hacía sentir.
Como fuera, el joven no tuvo mucho tiempo para seguirse preguntando por quién sería aquel hombre al que estaba viendo, pues de pronto una luz de color morado oscuro brilló en el lugar y un instante después Lorena y su acompañante habían desaparecido.
—¿Qué? ¡No puede ser! —exclamó Cristóbal sorprendido.
El chico de aura amarilla corrió hasta el lugar donde había visto esfumarse a Lorena, pero al llegar a él ya no supo qué más podía hacer. El mal presentimiento que había sentido desde que sus ojos se habían posado en aquel muchacho se estaba incrementando y amenazaba con llenarlo de terror.
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Libro Amarillo
FantasySegunda parte de la serie Energía Áurica. Después de haber derrotado a Belial en Libro Rojo, Gabriel, Lorena, José Luis, Vanya, Adriana y Marco comienzan a creer que pueden retomar una vida normal; pero todo se complicará cuando nuevos enemigos que...