43. La aparición de Hades

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Aquella declaración dejó impactados al resto de los chicos. Incluso Vanya, que no tomaba las clases de inglés en los sábados, pudo entender el sentido de la oración.

—¿Tu hermano es quien raptó a Lorena? ¿Por qué? —inquirió Gabriel tan sorprendido que olvidó por un momento que era altamente improbable que Jacob entendiera lo que estaba diciendo.

—Ya lo dije, eso no es lo importante —afirmó Chelis con decisión—. Debe haber alguna forma para encontrarlos.

—Es imposible seguirle el rastro a alguien que ha utilizado la teletransportación —repuso Marco mordiéndose el labio.

—Pero Jacob debe tener algún objeto personal de su hermano, ¿no? —propuso Adriana esperanzada—. Eso debería bastar para poder realizar un encantamiento de rastreo.

—Es una buena idea —confirmó Marco, para después voltearse hacia el hombre inglés—. Jacob, do you... (Jacob, tú...).

—¡CUIDADO! —gritó de pronto Gabriel interrumpiendo la pregunta que su amigo estaba a punto de dirigir a Jacob.

Todo mundo volteó a ver confundido a Gabriel, quien tenía la mirada clavada más allá de donde se encontraban todos. No se explicaron porque de repente el chico de aura azul levantó la mano para conjurar un muro de su aura. Sin embargo, se sintieron agradecidos con el chico y realmente sorprendidos cuando unas flechas negras chocaron contra el aura azul disolviéndose en cuanto la tocaban.

—La mayoría de la gente no suele percibir mis ataques nocturnos —expresó una voz neutra desde más allá.

Gabriel dejó que el muro que había hecho con su aura se desvaneciera mientras todos se daban la vuelta hacia la dirección de la que provenía la voz. Sentada tranquilamente entre la división que hacía el tronco del árbol para comenzar a ramificarse se encontraba una chica de piel clara y cabellos negros que Marco y Gabriel habían visto con anterioridad.

—Pues no soy la mayoría de la gente —contestó Gabriel adoptando una pose más propia de batalla.

—¿Quién es ella? —preguntó Mireya con tiento.

—Es una Carnera —contestó Marco adquiriendo una pose muy similar a la de Gabriel—. Tenemos que tener cuidado con ella. Tiene un aura increíblemente poderosa de color negro, además de un don que se activa por contacto.

—¿Qué hace su don? —preguntó Adriana temerosa.

—No lo sabemos aún —respondió Marco—. De cualquier manera, no creo que sea una buena idea arriesgarnos para averiguarlo.

—Él tiene razón —contestó la Carnera dirigiéndose a Gabriel mientras saltaba con elegancia al suelo—. Si fueras como la mayoría de la gente estarías muerto desde nuestro primer encuentro.

—¿Vienes sola a enfrentarte a nosotros? —inquirió Mireya con el ceño fruncido.

—¿Creen que necesito de alguien más? —contestó la chica socarronamente—. Tengo el poder suficiente para enfrentarme a todos ustedes. Después de todo soy Thiana, la chica con el aura negra más poderosa de la historia.

—Si no pudiste ganarnos a mí y a Marco teniendo como aliado a aquel chico, ¿qué te hace pensar que podrás hacerlo con todos nosotros? —interrogó Gabriel sin quitarle la vista de encima a la chica.

Thiana sonrió ante la insinuación del joven Costa. Antes de que ninguno de los chicos pudiera agregar alguna otra cosa una ráfaga de poder inmenso los golpeó desde atrás. Todos los jóvenes salieron impulsados hacia adelante, a excepción de Gabriel, ya que al tratarse de un golpe mágico su don lo había protegido. Sin embargo, el chico de aura azul no pudo evitar tensarse al ver el color de la ráfaga que había empujado a sus amigos.

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