La primera noche había sido travesada con éxito, todo parecía ser normal esa tarde. En unas horas tocarían el pueblo fronterizo del camino Real, el único que contaba con la presencia del ejército de Kisame.
El ministro sugirió que tomaran un descanso para comer y estirar las piernas antes de salir del país, para así también establecer la estrategia con el ejército de la zona.
Bajaron del carruaje, cubiertos por los ojos curiosos de los habitantes y los oficiales que les daban la bienvenida. Los dos llevaban túnicas negras con nubes rojas, emblemáticas del imperio y entraron a una enorme estructura que fungía como uno de los cuarteles generales de ejército.
—Ministro Kisame, bienvenido —expresó un hombre de edad avanzada, quien era el hombre a cargo.
—General Tsubomi —Kisame le devolvió una reverencia en saludo al igual que Itachi —. ¿Cómo está la situación por aquí?
—Sería prudente hablar de esto en mi despecho, ministro.
Todos los oficiales parecían mantener sus actividades normales, Kisame tomaba notas mentales de los pequeños detalles que notaba, no solo en la infraestructura, sino también en la organización de sus hombres.
La pareja subió hasta el despacho del General, mientras la mirada meticulosa de Uchiha se metía en cada rincón del lugar, examinando todo lo que sus ojos captaban.
—Mi señor —entraron. El general no sabía cómo actuar con respecto a Itachi, ya que normalmente los hombres alejaban a lass mujeres o donceles de los asuntos importantes.
—Él se queda. Lo que vayamos a hablar, él lo puede escuchar —advirtió Kisame antes de que el General Tsubomi dijera alguna estupidez.
—Comprendo muy bien, mi señor —tomó asiento tras un escritorio, preparando un pergamino donde estaban los más recientes informes —. La situación se ha agudizado con respecto a los asaltos de bandidos, no es nada que no haya is visto antes, sin embargo hay reportes de desapariciones en el camino real.
—¿Qué tipo de desapariciones? —inquirió Hoshigaki.
—Principalmente mercancía, pero algunas personas que logran escapar de lo que sea que haya en la frontera, reportan que hay una gran manada de personas desviando los carruajes y caravanas. Los asaltan sólo como un señuelo para desviarlos del camino real y en las trochas es donde está el verdadero peligro.
A Itachi le sonó muy familiar aquello. Fue exactamente el protocolo con el que fue atacado hace un año. Si después de todo este tiempo seguían surgiendo reportes similares, significaba que eran las mismas personas que lo atacaron a él.
—¿Qué han hecho para lidiar con esto? —Kisame sacó un pergamino con el sello real y espero que el otro respondiera para abrirlo.
—No mucho, realmente. No tenemos suficientes oficiales y los que hay son para proteger a las personas dentro de nuestro territorio, porque la frontera es peligrosa.
—Estamos en el Este del país —extendió el pergamino, revelando un mapa del imperio Akatsuki y parte del país del fuego —. Esta frontera es el camino más rápido para llegar a la capital, por eso se llama camino Real, todos vienen por aquí, así que los bandidos de señuelo están al rededor de esta área —señaló con su dedos, Itachi estaba muy interesado a pesar del disgusto del general.
Hizo una pausa y llamó a los demás oficiales para asegurarse que todos entendieran la importancia de la situación. Con los oficiales principales llenando la habitación, el general del ejército imperial y ministro de guerra y justicia, desplegó sus conocimientos, preparando tácticas efectivas para comenzar a contrarrestar los daños de la hermandad.
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Jaula de Oro - 𝑨𝒌𝒂𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊
FanfictionUn doncel que se vendió por la paz de dos naciones. Un religioso que se niega a perder su fe. Un don nadie que vive entre lujos. Lo único que tienen en común es que coexisten en lo mítica torre roja, el palacio de gobierno de Akatsuki. Deidara anhel...
