Parte sin título 35

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Los diez días pasaron rápidamente. Al trabajo diario, se añadieron los preparativos de la fiesta de última hora, en la mansión Campbell y todo parecía imposible de llevar a buen puerto, pero Lucía no se rindió. Esta noche es la gran prueba. Todo está dispuesto en una gran carpa en el jardín. Hasta última hora, dudaban que hiciese buen tiempo, pero la noche aparece despejada y la luna llena alumbra el lugar.

Ambos no se han visto en horas y saben qué papel les corresponde a cada uno, pero cuando los ojos de James se posan sobre los de Lucía, todo el autocontrol se evapora y sólo aparece el deseo. Lucía lleva un vestido de satén rosa hasta el suelo, con tirantes en los hombros, cintura ceñida y espalda descubierta hasta el límite de lo insospechado. Las visitas al cuarto de juegos han sido diarias y ella ha aprendido cosas de su cuerpo que jamás habría imaginado.

Intentan mantenerse cada uno en su lugar, aunque detalles de última hora les hace tener que acercarse y tomar decisiones de último minuto.

- Sr. Campbell, el Sr. McDougal solicita acercar su posición a la mesa principal, ya que no oye bien -expone Lucía-.

- ¡Mierda! Lo había olvidado... ¿Podemos arreglarlo?

- Por supuesto señor. Cambiaré mi sito con él.

- ¡No!

- Señor no hay otra manera. Si cambiamos ahora a otra persona se sentirá agraviada y... realmente yo no soy de la compañía, puedo estar en cualquier lugar.

- Sí eres de la compañía Lucía, lo pone en tu contrato, además... Quería que estuvieses conmigo.

- Estaré cerca, no se preocupe...

La cena se convierte en larga y tediosa al principio para James que, no puede apartar los ojos de Lucía y comprobar con quién habla, cuánto bebe y cuánto se oye el sonido de su risa. Eso no era lo que él tenía pensado... Quería tenerla cerca y centrarse en su fiesta, pero así es del todo imposible. Por su parte Lucía está intentando disfrutar de una hermosa velada. La satisfacción y el estrés acumulado por una tarea bien hecha, le hacen desear relajarse y relacionarse con los allí presentes. Hacía mucho que no salía; la noche es joven y jamás ha asistido a una gala como esa, así que empieza a divertirse. Se sienta junto a tres mujeres y dos hombres, todos más o menos de su misma edad.

- ¿Habéis visto lo bueno que está esta noche nuestro jefe? -pregunta una tal Lisa-.

- Mmmm... Ya me había fijado. No sé cómo puedes trabajar en su casa Lucía y no meterte en su cama todas las noches -contesta otra mujer de la mesa llamada Kate-.

- ¡¿Qué? ¡  –Se atraganta con las burbujas del champán Lucía- No crean que es un jefe fácil y cuanto más lejos mejor –dice con rubor en las mejillas-.

- Vamos chicas... No sonrojéis a Lucía... Cuéntanos cómo es vivir con él... -interviene Amy-.

- Bueno, no hay mucho que contar -contesta Lucía-. Hace poco que vive en la mansión y me contrató para cuidar a su abuela. Nada ha cambiado. El se dedica a su trabajo y yo al mío –dice faltando a la verdad, ya que todo había cambiado-.

- ¿Y cómo es que le has organizado todo esto? -pregunta de nuevo Lisa-.

- Bueno, me pidió que si podía echarle una mano ...

- Claro que sí Lucía, para eso no necesita a su secretaria Vivian, sino a su enfermera particular...  -rompe a carcajadas Kate-.

- Yo también le echaría una mano... Haría todo lo que él me pidiese... ¿A que sí chicas? -se carcajea también Amy-.

Ahí Lucía empezó a darse cuenta del mundo frívolo de James...

- ¿No te has dado cuenta últimamente del humor de perros de Marion? -ataca de nuevo Lisa-  Se rumorea que vino hasta aquí para traérselo y que se lo encontró en la cama con otra... ¿No sabrás quién es ella, verdad?

- Pues no, la verdad es que los asuntos personales del Sr. Campbell no son de mi incumbencia.

- ¡Oh! ¡Vamos! ¡No seáis tan zorras! Dejad a Lucía tranquila -interviene uno de los chicos de la mesa, llamado John-.

Al final Lucía decide cambiar radicalmente de tema y dirigirse más hacia los dos hombres que la acompañan en la mesa.

- ¿Así que eres española? -le pregunta el otro hombre, llamado Henry-.

- Sí.

- Me gusta mucho tu país. Voy cada verano a tomar el sol, comer bien y divertirme.

- Sí, la verdad es que en verano aquello parece Inglaterra, sobretodo en zonas de costa, pero España es mucho más que eso.

- Me encantaría que me enseñaras el resto... -dice Henry-.

La cena, pese al mal estar de los dos, discurre por todo lo alto. Los empleados de James disfrutan de la comida, el sitio, el lujo y la conversación, hasta que ésta llega a su fin. Después le toca a James decir unas palabras por el éxito del último año de su empresa y para agradecer el esfuerzo conjunto de todos ellos.

- Señores, señoras, queridos empleados... –dice James de pie, desde su asiento de la mesa- Espero que hayan disfrutado de esta pequeña cena en su honor, ya que el triunfo de nuestra compañía es gracias al esfuerzo de todos, pero como ya sabrán, para el próximo año, el esfuerzo debe ser igual o superior, ya que se nos presentan nuevos retos y nuevos objetivos que seguro que entre todos llevaremos a la excelencia. Ya conocen los números de nuestra organización y lo orgullosos y agradecidos que estamos de ustedes por ellos, así que ahora –levanta su copa de champán- quiero brindar por todos ustedes que, forman la familia Campbell Son Corporation. También quería agradeceros el esfuerzo de trasladaros hasta aquí para este magnífico evento.Ya sabéis que la persona más importante de mi vida está aquí y no quiero dejarla sola. También darle las gracias a Lucía que, además de cuidar de mi abuela y soportarme, ha conseguido organizar todo esto en diez días, para daros esta magnífica cena. Ahora Marion también os dirá unas palabras... Marion, por favor.

- Gracias James -dice Marion mientras se levanta de su silla-. Gracias a todos por venir. Bueno no me repetiré porque estamos todos deseando que empiece la diversión, así que sólo os diré que espero veros trabajar igual de duro el año que viene, porque si no... ¡os daré una patada en el culo! ¿Habéis entendido? -se oyen risas- Bueno, solo me queda brindar por nuestra pequeña gran familia... ¡Chin chin! –Suenan las copas- ¡Y ahora que empiece la música!

En sus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora