XLII - Unión

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El sol comenzó a iluminar poco a poco la habitación, unos pasos se escucharon unos segundos para escuchar una cortina cerrarse volviendo a oscurecer la habitación y el silencio volvió a presentarse. Un bostezo se escuchó en el silencio al pasar el tiempo, la deportista estiro su cuerpo y se sentó sobre la cama intentando despertar completamente mientras refregaba sus ojos.
Lynn: Buen día hermanos - dijo junto a un bostezo, pero nadie respondía - ¿hermanos?
Al mirar la habitación con detalle, en especial las camas, noto que estaba sola en la habitación, por lo que decidió ponerse su equipo y bajar en un intento de encontrarlos. Reviso en los posibles lugares donde podrían llegar a estar dentro de la posada, pero no los encontraba en ninguno de estos, ella encontró al posadero y se acercó para poder preguntarle.
Lynn: Disculpe ¿de casualidad vio a mis hermanos?
Posadero: ¿Te refieres al héroe y su compañera? Salieron hace un par de horas.
Lynn: ¿Salieron? ¿Tiene alguna idea de dónde han ido?
Posadero: La verdad no, desayunaron algo y salieron rápidamente.
Lynn: Gracias señor.
Lynn agradeció de forma cordial para luego salir de la posada a toda prisa, comenzó a observar a su alrededor pensando hacia donde pudieron ir sus hermanos.
Lynn: ¿Por qué se fueron? No me han avisado y me dejaron sola - dijo desanimada - ¿será por lo de ayer?
Avanzo un par de pasos a su derecha y le pareció escuchar que alguien la llamo, giro un poco su cabeza a los lados confundida, escucho nuevamente su nombre y se giró completamente para ver a sus hermanos saludando a unos metros.
Lynn: ¡Hermanos! - dijo saludando con mucho ánimo y acercándose - ¿en dónde se metieron?
Lincoln: Hola Lynn, se ve que descansaste bien.
Luna: Bastante bien diría yo.
Lynn: ¿De qué hablan?
Lincoln: No pudimos despertarte temprano, por lo que decidimos dejarte descansar.
Lynn: ¿De verdad? No recuerdo estar tan agotada.
Luna: Lo estabas hermana, solo te despertaste para cerrar las cortinas. El sol fue el único en molestarte.
Lynn: No esperaba eso, pero ustedes salieron y aun no me respondieron.
Lincoln: Salimos a conseguir algunos objetos para el viaje y pensábamos ir a ver a Enya, digo Lucy, para convencerla que se una al equipo.
Luna: Tranquilo hermano, te dije que se unirá a nosotros.
Lincoln: Entonces podemos ir.
Lynn: Espera, aun no.
Lincoln: ¿Por qué no Lynn?
Lynn: Pues... yo... aún no he desayunado nada.
Luna: Nosotros iremos y nos reuniremos allá.
Lynn: No - dijo un poco molesta ¿me quieren dejar sola otra vez?
Los hermanos se miraron extrañados por el comportamiento de su hermana.
Lincoln: Esta bien Lynn, esperaremos a que desayunes y luego iremos.
Lynn sonrió feliz y entro junto a sus hermanos a la posada para pedirle al posadero que le preparara un desayuno, este accedió sin problemas y al poco tiempo tenía todo preparado. Lynn se sentó a desayunar tranquilamente mientras hablaba alguna que otra tontería con sus hermanos.
Lincoln: Una vez se una a nosotros, dejaremos que se prepare y seguiremos con el viaje.
Luna: ¿Tienes idea a donde debemos ir?
Lincoln: Déjame ver, llegamos a este continente por el oeste y avanzamos hasta aquí - dijo pensando - si no me equivoco, iremos al sur para atravesar una cueva y llegar a un pueblo.
Luna: ¿Otra vez una cueva? Eso es agotador.
Lincoln: Lo sé, pero es la única forma de llegar hasta ese lugar.
Luna: Entonces no quedara otra.
Lynn termino su desayuno para dar señal a los hermanos de poder levantarse de la mesa, agradecieron al posadero y salieron directamente hacia la casa de Dagda. Al estar cerca divisaron a su hermana esperándolos fuera de esta, ella comenzó a saludar con intensidad y felicidad, mientras que los hermanos respondían de la misma manera con excepción de Lynn que saludaba sin ánimos. Enya se acercó feliz de verlos preguntando con una sonrisa sí pudieron descansar bien, a lo que le respondieron afirmativamente.
Enya: Me alegro que estén bien descansados, mi maestro les tiene algo preparado.
Los hermanos entraron siguiendo a Enya, al entrar Dagda los recibió con mucha alegría.
Dagda: Es fantástico que estén aquí, les he preparado algo que puede ser de útil en su viaje, acérquense y tomen asiento.
Los hermanos hicieron caso de esto tomando asiento mientras que Enya acomodaba un vaso para cada uno y buscaba un poco de agua en una jarra.
Dagda: Antes que nada - dijo apoyando un libro en la mesa - este libro tiene la información que he recopilado sobre la oscuridad y les vendrá bien en su viaje, además tengo información que hay problemas con la oscuridad al sur de aquí, deberán atravesar una cueva para llegar hasta allí y por eso les tengo un presenté - dijo volteando y buscando algo - para el bardo, un hechizo para curar la ceguera en sus batallas - dijo dándole un pergamino a Luna - para ti héroe, esta gema para tu escudo que aumentará tu defensa - dijo dejándola frente a el - y para la monje, este collar reliquia que te ayudara otorgándote más fuerza.
Lincoln: De verdad, muchas gracias por todo.
Dagda: Y aún falta lo más importante.
Los hermanos miraron extrañados ante ese comentario mientras buscaba algo entre sus cosas.
Dagda: Aquí esta, este es un regaló de despedida para mi aprendiz.
Enya miró con sorpresa a su maestro al escuchar eso.
Dagda: Toma este medallón Enya, con el tendrás más concentración mágica.
Enya: ¿Regalo de despedida?
Dagda: Quieres unirte a ellos en su viaje ¿verdad?
Enya: Pues... yo...
Dagda: Adelante Enya, sé que lograrás ser una gran hechicera y el mundo te necesita.
Enya se levantó de su silla y corrió para abrazar a su maestro con fuerza junto a unas lágrimas.
Enya: Gracias por todo maestro, de verdad gracias.
Dagda acaricio la cabeza de su aprendiz y devolvió el abrazo recibido.
Dagda: Prepárate para tu viaje, debo hablar con el héroe antes que parta.
Enya asentó y salió de la sala rápidamente.
Dagda: Acompáñame héroe, quiero hablar a solas.
Lincoln se levantó y siguió a Dagda para salir de la casa dejando a sus hermanas en la mesa con la duda de que hablarían.
Dagda: Estoy seguro que podrás con todo lo que se enfrenten, pero solo te pido que cuides de Enya, que la ayudes a crecer, la crie como una maga y como mi hija - dijo junto a un suspiro - es alguien importante para mí.
Lincoln: Se lo prometo, la cuidare como si fuera mi hermana.
Dagda: Confío en ti, cumpliste con tu promesa de traerla sana de la montaña, tienes toda mi bendición en tu viaje tú y tus compañeras. Y si vuelven por estos lados, recuerden visitarme.
Lincoln: Claro que si - dijo estirando su mano - gracias por todo.
Dagda sonrío para estrechar la mano del peliblanco, luego voltear y ver a las jóvenes en la puerta esperando el momento de despedirse y seguir con su viaje.
Dagda: Que los dioses guíen su camino y cuiden de mi pequeña aprendiz, hagan que su poder crezca.
Luna: Tenga la seguridad que así será.
Las jóvenes se acercaron paseándose junto al peliblanco y Enya frente a su maestro.
Enya: Hasta pronto maestro, usare sus enseñanzas para crecer y derrotar a la oscuridad – dijo para darle un fuerte abrazo.
Dagda: Seguro que así será, además tendrás a personas que te han tomado afecto rápidamente y te ayudaran de aquí en adelanté – dijo con lágrimas en sus ojos.
Lincoln: Adiós Dagda, nos veremos prono.
Los hermanos voltearon para seguir con su viaje, pero no sin antes saludar al hechicero con energía alejándose poco a poco, los aldeanos y soldados se despedían con alegría de los héroes que salvaron la aldea de una catástrofe y ellos felices de haber encontrado y reunido a una más de sus hermanas.

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