1879
— ¡Saemin! — Sooyoung gritó mientras sostenía su barriga al bajar las escaleras — ¡Dios mío, Saemin!
Las pisadas fuertes se hicieron notar a los segundos. El hombre al escuchar los gritos de su esposa no dudo en ir por ella.
— ¡¿Que, Que pasó?! — La miró y por su expresión y la posición de sus manos, no tuvo que pensarlo dos veces — ¡¿Ya viene?!
Sooyoung asintió. El dolor era tan fuerte que se le empezó a dormir la espalda. Se tuvo que apoyar de las paredes por que empezaba a perder el equilibrio.
— Llamaré a mi madre para que te cuide, mientras traigo a la Partera — Salió corriendo hacia el jardín. Su madre estaba arreglando las flores de su casa — ¡Mamá! — la mujer levantó la mirada ante el llamado de su hijo — Mi hijo ya viene en camino, necesitó que cuides a Sooyoung mientras no estoy.
— ¿Yo? ¿Por qué yo? — dijo casi escupiendo, y siguió en las flores.
— ¡Mamá por favor!
— Ay ya, ya — alegó — Ya voy a terminar aquí, ve por la partera que enseguida ayudare a tu esposa.
Saemin besó la frente de su madre y se subió a su caballo. Cabalgando a la mayor velocidad que el pobre animal podía.
En un segundo piso se encontraba la pobre Sooyoung llorando y gritando de dolor, Sentía como su espalda comenzaba a abrirse segundo a segundo.
— Ay dios mío, Niña, deja de gritar — alegó la mujer mayor al ingresar a la habitación. Su vestido era color azul oscuro y su falda compuesta por un miriñaque se arrastraban por todo el suelo.
— ¿P-Puede darme un poco de agua, por favor? — sus cabellos estaban pegados a su frente, y su piel estaba más pálida de lo común.
— ¿Dónde está? — cerró su abanico.
— T-Toca hervirla para poder beberla p-pero no alcancé a hacerlo, ¿Usted p-podría... — Jadeó sacando fuerzas para explicarle a su suegra.
— Ja! ¿Tu pretendes que vaya yo y haga eso? — se burló. Sooyoung apretó las sabanas en su mano, el dolor era muy fuerte.
Respiró profundo y cerró los ojos.
— Por mi... que ese niño ni nazca — murmuró. Pero con el volumen suficiente para que la pelinegra escuchara.
— ¿Q-Que dice? — la miró con odio. Esa anciana desde que se enteró de su embarazo no hacia más que lanzarle palabras de muerte a su hijo. — S-Salgase de la habitación. No quiero tenerla aquí.
— Ese hijo tuyo es una maldición de la generación Kim. — Abrió nuevamente el abanico y lo meneó sobre su cuello — Me arrepiento de no haber detenido a mi esposo de unirse con la familia tuya.
— M-Mire señora. No se cual es su-su problema con mi hijo, pero no se preocupe, usted no será nada de él — habló con la poca fuerza que tenía.
La puerta principal fue abierta y con ella una voz femenina se hizo presente.
Una Partera ingreso a la habitación y con rapidez se acercó a Sooyoung.
— Buen día. Mi nombre es Eunbi y seré su partera el día de hoy — La chica no se hizo esperar, Sin saludar a la otra mujer dentro de la habitación, se acercó donde la que por obviedad supo que era la nueva madre. Organizó una sabana debajo del cuerpo de la mujer para proceder a levantar las faldas de ella — Necesito que todos salgan, por favor — habló esta vez para Saemin y su mamá.
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Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗
Fanfiction- 𝐒𝐈𝐆𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐗 - Rosas, libros, bufandas y bálsamos... Objetos tan sencillos y sin gracia que encierran el amor de dos corazones enamorados, pero que sólo servirán para recordar los pequeños momentos juntos. Solo la oscuridad nos esconde de la...