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La felicidad debería ser eterna, pero ¿Tendría sentido una vida con solo días soleados? No, probablemente las plantas se secarían y morirían. Es necesario los días oscuros y lluviosos, eran necesarios los momentos oscuros, Por que como su madre muchas veces decía "Después de la tormenta saldrá el sol" pero no podemos olvidar que volverá a llover y probablemente más fuerte.

Su puño estaba a centímetros de la gran puerta de madera y cuando ya se había preparado mentalmente para ingresar lo hizo. Un silencio frío lo recibió. Caminó lentamente con el corazón a mil hacia la cocina, se aclaró la garganta y recibió la mirada de ambos adultos.

— B-Buenos días.

En cuestión de segundos el ambiente se cargó con kilos de tensión. 

Sooyoung lo miró y soltó el aire que parecía llevaba aguantando todo un día, le sonrió a su hijo y siguió en su tarea en la cocina. Por otro lado su padre cerró el periódico, y lo miró, como si lo examinara y tratara de leer su mente.

— Buenos días hijo — Habló el hombre — ¿Ya desayunaste? — Otra vez, esa amabilidad. Pero asintió como respuesta.

— V-Voy... a bañarme — Hizo una reverencia con su cabeza pero antes de que pudiera irse su padre habló.

— ¿No nos dirás donde estabas?— Taehyung se tensó —  Aun que... creo que no es necesario que salga de tu boca para saber donde pasaste la noche ¿No es así? — más que preguntar el hombre afirmaba con sus palabras — ¿Por qué Taehyung?¿Escapaste por que estábamos hablando de tu matrimonio? O por ir corriendo donde ese niño.

El menor de los tres se giró en sus talones para mirar a sus padres.

— J-Jungkook es mi mejor amigo — Habló — Y-Y no quiero casarme.

Un golpe seco cayó sobre la mesa.

—  ¡Otra vez con eso! 

— Cariño — Sooyoung tomó a su esposo por sus hombros al verlo alterarse.

Taehyung apretó sus puños a sus costados.

— Te casarás quieras o no. Soy tu padre y decido por ti, No tienes opción — Saemin habló apretando los dientes — Ese hijo de la familia Jeon debe estar metiéndote basura en la cabeza. Desde que comenzaste a juntarte con él dejaste de ser obediente ¿Qué te pasó Taehyung?

— Quizá c-con él me di cuenta de lo que quería — Alguien que lo felicite, ¿Acaso había hablado con tanta seriedad? No tartamudeo más de dos veces. Un punto para Taeh-

Su mejilla ardió. La palma de su padre había caído sobre su piel tierna.

— ¡Cállate! 

— ¡Saemin! — La pelinegra jaló a su esposo para sacarlo de la cocina — Debes controlarte, No puedes pegarle como si nada a nuestro hijo.

— ¡Puedo pegarle por que soy su padre! — Se defendió

Taehyung tragó duro y no dejó de mirar a su padre. No, No iba a casarse, estaba cansado de estar obedeciendo a su padre como un maldito perro. Solo le quedaba un año para tener la edad mayoritaria, tenía tiempo para convencer a Jungkook de escapar con él, y bien, si no lo conseguía tendría que irse solo, pero no le daría el gusto a su padre de casarlo con una extraña.

Subió a su habitación y lo primero que vio fue el tintero y las hojas finas sobre su cama. Solo había sido por eso...

¿Por qué su padre había cambiado tanto con él? Su padre siempre había sido amable con él, tanto que no dudaba de su amor, pero un día todo cambio... Taehyung siempre había sido un niño que hablaba a cada rato, toda su familia lo sabía entonces ¿por que su padre de la nada decía que le fastidiaba cuando hablaba sin parar? Empezó a ignorarlo y a mantenerlo encerrado en la casa, aprovechando de que su hijo nunca había sido tan sociable. Su familia paterna iban a su casa muy rara vez y cuando iban lo evitaban, A excepción de su primo y tía.

Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora