Sus pies estaban sudando, no sabía si eso le ayudaba a no resbalar o al contrario, lo harían caer. Pero él no se detendría.
En un salón algo escondido de la academia se encontraban Yoongi y Jimin, varios días decidían juntarse en los espacios libres que les quedaban para estar juntos y a la vez practicar. Ya era algo de los dos cuando Yoongi empezaba a tocar y el rubio lo acompañaba con sus bailes.
— ¿Ya estás cansado? — preguntó el mayor cuando vio reposar al rubio sobre el suelo. Este asintió.
Yoongi tomó la botella de agua que tenía sobre el piano y caminó hasta él. Con cuidado cubrió su mentón para que no se regara el agua mientras lo veía beber.
— Hoy llegó un profesor nuevo.
— ¿Ah, si? — Cruzó sus piernas para acompañarlo en el suelo — ¿Qué tal es?
— Se ve que es exigente. Nos vio en el ensayo y por el mínimo fallo nos hacía empezar de nuevo, así nos faltara un segundo para terminar— Jadeó — Estoy cansado.
Jimin gateó hasta quedar frente al mayor y optó por recostarse en su pecho.
— Ouh mi pequeño Jimin — Consintió — No dejes que el profesor te haga dudar ¿Mh? Eres el mejor bailando, lo sabes.
El menor levantó el rostro y lo estiró un poco para alcanzar el mentón de Yoongi.
— Sólo lo dices porque me quieres.
— Lo digo porque conozco tú talento — Jimin lo miró con fuerza — Y porque te quiero, así es.
Juntaron sus labios y sus ojos se cerraron para disfrutar el contacto.
— Jungkook... Ha estado actuando raro ¿No crees? — preguntó de la nada el pelinegro.
Jimin ladeó la cabeza y no dio respuesta.
— Estuvo dos noches fuera de casa, se supone que iría de picnic con Eunbi pero no regresó hasta dos días después.
— Yoongi por dios, suenas como su padre — Se enderezó — Jungkook es un hombre, tal vez pasó la noche con ella, las dos noches — Se corrigió — Y eso no debería importarte.
— Pudo avisar. llamar tal vez.
— A él le da flojera buscar un teléfono, a nadie le gusta esa cosa. Además, ¿Por qué te llamaría para avisarte que pasará la noche con una mujer? — Arrugó la frente.
Yoongi suspiró.
— Yaaaa. Deja de pensar en Jungkook y piensa en mí — Hizo un puchero — Yo pienso en ti todo el día, no es justo — El mayor sonrió.
— Mi primer pensamiento en el día eres tú y el último también — Subió su mano para acariciar su cabello — Pero también debo pensar en Jungkook, él a veces no es consciente de lo que hace, es como si... No pensara en las consecuencias de sus actos. Y habernos encontrado hace unos días con ese doctor me puso de mal estado.
— ¿Crees... que será capaz de perseguir a Jungkookie? — Su tono de voz se tornó débil.
— Imaginemos que hay un hombre que tiene muchas orugas — habló Yoongi — Todas hacen lo mismo, comen y comen sin parar, y para ese hombre está bien, porque así es como se acostumbró a verlas. Un día ve que una de las orugas está colgando en un capullo, él desde su ignorancia trata de entender qué está ocurriendo con el animal pero desiste y lo deja pasar. Pasa el tiempo y ve que del capullo aparece un animal mucho más grande, es diferente, ya no es igual a las demás orugas porque ya no es una oruga, es una mariposa — Yoongi movía las manos mientras explicaba, el menor estaba observando con atención — El hombre se asusta y la mata. Para él, no está bien que la oruga cambie, no está bien que incluso empiece a volar, la quiere ahí comiendo todo el día, quiere que sea como las demás orugas, pero está claro que eso es imposible. Se enoja y empieza a ver que todas empiezan a cambiar y mata cada mariposa porque no está dispuesto a aceptar que nunca se quedarán ahí en la tierra. El hombre no entiende que esas orugas están destinadas a cambiar y convertirse en mariposas. Así es la sociedad, sólo que no es un sólo hombre, son todos contra uno o dos... Al ver el mínimo cambio en una persona ya es manchada como anormal y es castigada.
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Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗
Fanfiction- 𝐒𝐈𝐆𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐗 - Rosas, libros, bufandas y bálsamos... Objetos tan sencillos y sin gracia que encierran el amor de dos corazones enamorados, pero que sólo servirán para recordar los pequeños momentos juntos. Solo la oscuridad nos esconde de la...