Una vez los cordones quedaron amarrados y su zapato en su pie, lo bajó.
Mandó su cabello hacia atrás cuando miró su reflejo en el espejo. Sus ojos ya no eran tan grandes como hace unos años, su cara ahora tenía facciones más marcadas y un gran ejemplo era su mandíbula, sus amigos le decían que ahora era mucho más atractivo y esa noche pudo confirmarlo.
— ¿Listo? — se giró cuando la puerta de su habitación fue abierta dejando ver a uno de sus amigos — Todos te estamos esperando.
— Lo siento, me distraje viendo mi hermoso rostro — Bromeó.
— Dios, me arrepiento de haberte dicho eso, ¿Quién te aguantará ahora? — Rodó los ojos.
Estiró la manga de su traje y salió de su habitación.
La noche no estaba tan fría por lo que vio cómo todos estaban en el jardín reunidos, y no eran los únicos, todas las casas vecinas estaban igual de llenas, alcanzaban a oír risas a lo lejos y eso le daba un toque de conmoción a la noche. Nadie dejaba de ver el reloj, todos tenían una copa de vino en sus manos y charlaban alegremente.
Por costumbre levantó la mirada al cielo, la luna estaba cubierta por varias nubes y muy pocas estrellas se veían, jadeó dejando escapar una sonrisa.
A su lado se acercó alguien más quien imitó su acto al levantar la mirada a la oscuridad sobre ellos.
— ¿Te encuentras bien?
— Definamos bien — murmuró.
— No sé, tú eres el único que sabe cuando lo estás — Sacó un cigarrillo y lo prendió soltando el humo por los labios.
¿Alguna vez has sentido la decepción?
Pero... No cualquier decepción, es una mezclada con impotencia. Saber que no puedes hacer nada y que por más de que te pares cada noche a rogar frente a la luna nunca habrá una respuesta.
Perder las esperanzas y lastimar tu orgullo al tener que aceptar que habían perdido contra las reglas.
— Prometimos estar juntos para el inicio del nuevo siglo... — Tragó duro — Y yo le dije que probablemente no estaríamos juntos, q-que en dos años pasarían muchas cosas y-
— Y pasaron — Completó el mayor.
Jungkook bajó la mirada, no quería darle el gusto a la luna de verlo en ese estado.
— No me ha llegado ninguna carta desde hace tres meses — Comenzó a decir — lo máximo que nos demoramos son dos meses, pero, Yoongi, y-yo me estoy desesperando — Levantó el dorso de su mano para limpiar una lágrima que amenazaba con salir — ¿Y sí se enamoró de Soojin? Llevamos dos años comunicándonos con ridículas cartas, eso no... No ayuda en nada.
— Hey, Jungkook — Soltó el aire antes de agarrar su hombro y girarlo para buscar su rostro — No te mates la cabeza en eso, debes entender que él ahora tiene responsabilidades, él ya no es un niño que puede escapar sin medir nada, él ahora es esposo, seguramente padre y-
— Cállate — Interrumpió — Sólo- Cállate que no me estás ayudando en nada — se giró para inhalar aire limpio, pues Yoongi le había hablado cerca a su nariz con ese apestoso olor.
— Sólo estaba tratando de hacerte entender-
Unas pisadas tras ellos los hizo voltear a ver. Somi estaba corriendo con dirección a ellos.
— ¡Yoongi, Jungkook! ¡En cinco minutos se acaba el año! — Traía sus faldas en sus manos para que pudiera correr con mayor facilidad — ¡Vamos a recibirlo juntos!
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Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗
Fanfiction- 𝐒𝐈𝐆𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐗 - Rosas, libros, bufandas y bálsamos... Objetos tan sencillos y sin gracia que encierran el amor de dos corazones enamorados, pero que sólo servirán para recordar los pequeños momentos juntos. Solo la oscuridad nos esconde de la...