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Por fin :')



Separó sus labios de los ajenos y le sonrió. Acarició su cabello hasta dejarlo detrás de su hombro y cogió su mano para caminar juntos hasta su casa.

— Gracias por el vestido cariño — Ella le dijo — Estaré emocionada por usarlo maña-

Varias voces en un coro gritaron un "Feliz cumpleaños" cuando la pareja entró.

Los señores Seo y sus amigos de Japón se acercaron para felicitar a la pelinegra. La llenaron de halagos y buenos deseos.

Soojin exclamó feliz que iría a probarse el vestido que su esposo le había comprado para que todos pudieran verla. Su madre no dudó en acompañarla para ayudarle.

— Me alegra tanto verlos aquí — Desamarró su vestido para quedar con la ropa interior.

— Namjoon nos llamó hace tres días para invitarnos — comentó — Tu padre y yo tomamos el primer tren a Chuncheon sin dudarlo — Subió el gran vestido, era de tela fina y el color vino tinto demostraba elegancia — Es hermoso.

Soojin se miró al espejo y amaba como se veía, pero...

— ¿Qué más te regaló?

Se giró a verla y se rió nerviosa.

— Con un regalo es suficiente, madre. Ya Tae gastó mucho dinero en este vestido — con la palma de su mano acariciaba la gran falda.

— Se olvidó de comprarte tus-

Calló cuando en el reflejo vio el gesto sombrío de su hija.

— Él no lo sabe. Nunca lo ha hecho porque no sentí la necesidad de contarle. Es algo que ustedes lo hacen con cariño para mí, no quiero obligarlo.

Yeji atrapó el mentón de su hija y la miró.

— ¿Taehyung está cumpliendo su papel como esposo? — Recorrió ambos ojos y notó como se cristalizaron — Jinnie...

— S-Se está esforzando. Ambos lo hacemos — Sorbió su nariz y sonrió — Ustedes me consintieron demasiado y ahora espero demasiado de Taehyung.

— Mientras cumpla su papel, te cuide, trabaje y traiga dinero a la casa, está bien.

Soojin volvió a mirarse y suspiró. Había gastado mucho dinero en el vestido que ella tanto quería... Él era un buen esposo.

Más tarde ambas Seo bajaron a continuar con el festejo de la hija. Disfrutaron del pastel que ella misma había preparado. Dejaron sonar el tocadiscos mientras tenían una charla amena, y de vez en cuando si la canción daba pie, bailaban.

Taehyung se detuvo cuando escuchó a lo lejos su teléfono sonar. Pidió disculpas y subió a su estudio a contestar. Su rostro se oscureció cuando al otro lado de la línea una voz desconocida lo alertó.

— ¿Es usted Taehyung?

— Así es, ¿Cómo es que tiene este nú-

— Hay un joven inconsciente tirado en el suelo, busqué en su billetera alguna dirección pero tenía este número junto con su nombre.

La cabeza le dio vueltas.

— ¿Qué hombre? ¡¿Dónde están?! — Apretó el cuello del teléfono.

— N-No sé su nombre, busqué algún documento pero no tiene nada. Es joven, cabello castaño-

No dejó que hablara más y pidió la dirección. Buscó su abrigo y corrió por las escaleras.

Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora