- 𝐒𝐈𝐆𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐗 -
Rosas, libros, bufandas y bálsamos... Objetos tan sencillos y sin gracia que encierran el amor de dos corazones enamorados, pero que sólo servirán para recordar los pequeños momentos juntos.
Solo la oscuridad nos esconde de la...
El sol sin avisar empezó a esconderse obligándolos a darle fin a su día juntos. Los arboles gigantes comenzaron a quedar tras ellos cuando llegaron al camino de tierra por donde todos pasaban.
— No estaría mal repetirlo — Jungkook propuso.
— Dijimos que solo sería esta vez — le recordó — No podemos estar faltando a clase todo el tiempo.
— No será todo el tiempo, ni tan seguido, simplemente... Algunos días — En su cabeza la idea sonaba bien, no le veía ni una sola falla.
— Puede ser peligroso, es mejor no arriesgarnos.
— Aburrido — bufo y rodó los ojos.
Las haciendas de la vereda Girasol les advertían que en cualquier momento podían ser observados, que cualquier vecino podía salir y verlos con las manos juntas y no teniendo más opciones tuvieron que tomar una distancia considerable, donde no hubiera un movimiento torpe que les hiciera tocarse.
Tuvieron una conversación tranquila mientras se dirigía a la hacienda Jeon, no eran temas netamente enfocadas a algo en especifico, simplemente... se escuchaban.
—Nos vemos mañana — dijo Taehyung — Te vendré a recoger en tu casa ¿Te parece?
— ¿En mi casa? — ladeó la cabeza — ¿Por que no nos encontramos en el bosque?
— Se volverá monótono y perderá la magia — frunció los labios — No quiero que suceda eso.
— Tienes razón — asintió — Llevaré el libro para continuar con la lectura en el descanso ¿Bien?
— Encantado estaré de escucharte — levantó animadamente las cejas.
— Ya es tu obligación ahora que eres... — Miró hacia ambos lados y se acercó a susurrarle — ... Mi novio.
Las mejillas de Taehyung se ruborizaron. No se acostumbraba a ese nuevo nombre.
— Ve con cuidado — Habló bajito al despedirse. Aún no había oscuridad total, por lo que el cielo estaba coloreado con un naranja oscuro y toques de azul rey.
— Me iré cuando vea que ingreses a tu casa — puso sus manos detrás de su espalda.
— Eres muy romántico Taehyung-Romeo — bromeó, sacándole una risa al mayor.
— Deja de decir bobadas — regañó suavemente — Entra a casa.
— La pase muy bien hoy. Nos vemos mañana — le sonrió y le dio la espalda para comenzar a caminar para ingresar a su casa.
Cuando Taehyung se aseguro que el menor ya estaba dentro de esas paredes seguro, se dio el permiso para retirarse y volver a su hogar. Bueno, si es que aún era un hogar para él...
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