— Tenemos que ordeñar la vaca, ¡Somi, te encargo la cocina! — gritó para después ir con su hijo hasta donde las vacas descansaban.
— Mamá — habló mientras el balde en su mano se balanceaba — ¿Cómo te enamoraste de papá?
La mujer se tensó ante la pregunta del menor.
— ¿Por qué preguntas eso?
— Solo... Quiero saber.
— Tonterías, Mas bien, ordeña esa vaca, yo ordeño esta.
Y así lo hizo.
Cuando volvió a su habitación, vio la esponjosa bufanda sobre su cama, Se sintió raro, ¿Por qué el nuevo había hecho eso?
No se sentía incómodo, pero no podía descifrar lo que sentía, era como gratitud mezclada con intriga.
Tomó la prenda entre sus dedos temblorosos y la acercó a su nariz.
A diferencia de él, No olía apestoso.
Oh dios, No podía impregnarle su olor, que diría Taehyung, Podría odiarlo por haberlo estropeado-
— ¿Qué haces? — escondió la bufanda detrás de él al ver a su hermana en la puerta. — ¿Qué escondes ahí? ¡Muéstrame!
— No es nada, Ahora vete — dijo asustado.
— Muéstrame Kook, O le diré a mamá que escondes algo — amenazó — Uno... Dos... ¡Mamá!
— ¡Ya, Ya, Ya! — se levantó y cubrió su boca — Te diré.
Tomó la bufanda y la mostró.
— ¿Una... Bufanda? ¿De quien es? — dijo decepcionada.
— La mía se perdió y un compañero me la prestó.
— Ya veo... ¿O sea que tienes un amigo? — dijo emocionada — ¿Y es guapo? — preguntó con curiosidad.
— No lo se, no soy una niña para saber si un hombre es guapo — rodó los ojos.
— Invítalo al té — insistió.
— No haré esa estupidez — se sentó en el borde de su cama — Ya que viste mi secreto, vete.
Su hermana se fue de su habitación, Y Jungkook pudo respirar en paz.
— Hey — se exaltó al oír una voz, Pero pronto vio como se paraban frente a él — Buenos días — movió la boina de su cabeza.
— T-Taehyung — tartamudeó, y se sintió nervioso. Se apuró a quitarse la bufanda que acobijaba su cuello — Me la puse para poder entregártela calientita, y perdón si apesta, no es necesario que te la pongas ahora.
Taehyung se rio. Mientras tomaba su pertenencia en sus manos. Al segundo rebuscó en su maleta algo, que lo ofreció al menor.
— ¿Que? — jadeo de sorpresa al ver su bufanda como nueva — ¿Cómo la recuperaste?
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Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗
Fanfiction- 𝐒𝐈𝐆𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐗 - Rosas, libros, bufandas y bálsamos... Objetos tan sencillos y sin gracia que encierran el amor de dos corazones enamorados, pero que sólo servirán para recordar los pequeños momentos juntos. Solo la oscuridad nos esconde de la...