43

1.3K 182 104
                                    

KTH.


El hombro en el que estaba apoyado le dolió, dedujo que había dormido toda la noche sobre el, sin abrir los ojos se estiró en la cama y volvió a caer en un leve sueño, no fue hasta que sintió unos brazos rodeándolo, sonrió y se giró para abrazarlo de vuelta.

— Buenos días amor — Dijo con su voz ronca — T-Tuve un horrendo sueño, pero me calmó saber que sigues aquí, Jungkook.

Sintió al menor tensarse bajo sus brazos, quizá lo estaba apretando mucho. Hubo un olor diferente en su cabello, ya no olía a Jabón, olía a frutas, arrugó la frente.

— ¿Cambiaste de Shampoo? — Dijo aún sin tener su conciencia cien por ciento despierta — Hueles a...

Abrió los ojos de tope.

Soojin tenía sus ojos abiertos completamente, lo estaba mirando igual de sorprendida, estaba quieta en su puesto y la vio bajar la mirada a la almohada.

Taehyung se enderezó y agarró su cabeza, que alguien le dijera que no había hecho eso, él no pudo haber dicho eso frente a su esposa. No, él no-

— Bajaré a hacer el desayuno — Avisó mientras ponía sus sandalias.

Mantuvo su mirada sobre el suelo y solo se atrevió a soltar el aire que había retenido cuando la vio salir de la habitación.

No era la primera vez que despertaba pensando que el que estaba a su lado era Jungkook, pero si era la primera vez que lo decía en voz alta. Había una excusa y es que esa noche... había soñado con él, al principio estaban los dos, lo veía sonreír y hablarle bajito mientras le acariciaba sus mejillas, sin embargo cuando todo empezó a oscurecerse algo se lo arrebató y volvió a la casa prendida en fuego, solo que esta vez no había por donde escapar.

Era un imbécil...

Se puso su bata de pijama y con cautelo salió de la habitación. El impacto había sido tanto que hasta el sueño había desaparecido.

— Siento lo que dije — Habló cuando entró a la cocina, vio a su esposa de espaldas luchando con el horno y algunas frutas — Seguía dormido, no pensaba lo que decía.

Su cabello negro caía por su espalda, mientras su bata de seda cubría su cuerpo. No le respondió y simplemente le sirvió su desayuno.

— Soo, por favor discúlpame — Agarró su muñeca haciendo que su mirada cayera sobre él.

— Está bien — Le sonrió y se sentó frente a él para comenzar a comer.

— No, no está bien. Dime lo que sientes.

— Tae, no servirá en nada lo que te diga. Te he oído varias noches pronunciar su nombre mientras duermes — Acomodó su cabello detrás de su oreja y Taehyung se odió — N-No entiendo muy bien porque lo haces, pero está bien. Desayuna, por favor.

Lo que dijera para tratar de enmendar sus actos no valdrían nada, algo era lo que decía consciente, pero ¿Cambiarlo mientras duermes? La única solución sería no dormir.

El sonido de las cucharas chocando contra los platos reinó el lugar, no sabía que decir, no sabía si pedir nuevamente perdón o desaparecer.

— Recibí una carta de Sana. Nos invitó a una salida en parejas el día de hoy, decía que había algo que quería hacer con nosotros — Habló la mujer.

— Oh, eso suena bien — Dijo animado — Justo quería invitarte a salir, pero será más divertido en compañía — No separaba su mirada de su esposa, estaba atento a sus gestos, temía que después de lo de esta mañana ella lo odiara, pero se tranquilizó cuando la vio sonreír.

Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora