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— ¿De verdad dormirás en el suelo? — Taehyung se recostó boca abajo sobre la cama, viendo al menor acomodando una almohada sobre las cobijas en el suelo.

— No dormiré contigo Tae.

— Pero ¿Qué hay de malo? — hizo un puchero — Entonces ¿Cómo me leerás?.

Jungkook lo miró.

— Pues te leeré desde aquí, Ni que fueras sordo.

Taehyung bufo, y se giró, quedando boca arriba, el candelabro era suficiente para iluminar su alrededor.

Los momentos que había vivido hoy le pasaban por la mente como si su cerebro las hubiera anotado y la tinta aún siguiera fresca.

Habían pasado tantas cosas pero a la vez eran tan pocas para lo que ahora quería hacer. Quería estar cerca al menor, quería sentirlo cerca, quería ver otra vez el rubor en sus mejillas como lo había hecho en la bodega.

Después de ese momento quería tantas cosas...

Su consciencia no estaba feliz con esos pensamientos, tenía claro que estaba equivocado al querer esa cercanía con su amigo, es que era anormal, pero ¿Podían culparlo?, Jungkook no se veía incomodo, así que ¿Por qué no seguir haciéndolo?.

Escuchó como el castaño caminaba por la habitación de un lado a otro, y cuando paso al frente suyo se quedó mirándolo.

Su cabello estaba despeinado, y estaba mordiendo sus labios mientras buscaba un libro para leerle al mayor.

Sintió un cosquilleo en la zona de su estomago.

— Maldición... — puso sus manos sobre sus ojos y suspiró.

Esto no está pasando, Esto no está pasando.

— ¿Estás bien Tae? — dijo preocupado, acercándose para poder inspeccionarlo. Y Taehyung no supo si fue impulso o realmente lo hizo porque quería pero aprovechó la cercanía del menor para tomar su mano y entrelazarla con la suya

Jungkook se tensó.

Pero todo en el interior de Taehyung se incendió.

Sus manos estaban entrelazadas. ¡Oh por dios! ¡Sus manos estaban entrelazadas!.

Abrió los ojos y aunque el color amarillento que daba el fuego opacaba en su mayoría el color del rubor del menor, pudo verlo, ahí estaba, el sonrojo de Jungkook.

— ¿T-Te molesta que tome tu mano así? — murmuró.

Jungkook apretó el libro rojo en su brazo libre, e hizo presión sobre la mano ajena.

— N-No se — contesto igual de suave.

— A mi me gusta — se enderezó, apoyando sus rodillas en la esquina de la cama, quedando más alto que Jungkook, ya que el menor estaba sobre el suelo — Me gusta tomarte la mano.

El menor detalló los dedos que ahora enrollaban los suyos.

Se sentía tan cálido... Pero su mente le gritaba que estaba mal, Eso estaba mal.

Olvidando como se sentía le hizo caso a su cabeza y trató de soltarse pero Taehyung puso mas presión.

— ¿Te incomoda? — preguntó.

Jungkook tomó aire, y aunque no era la respuesta que su corazón quería darle... asintió.

— Y-Ya veo... — Vio como los dedos ajenos se alejaban de él y La calidez en su mano desapareció.

Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora