Capítulo 6

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—Hija enserio. Tienes que comer algo — ahí estaba mi mamá, yo solo seguía bajo las sábanas. Me sentía mal tanto físicamente como anímicamente, tenía cólicos, eran esos días del mes.  —Te pareces a tu Ariel así — la susodicha estaba a mi lado sobre una almohada gigante.

—No tengo hambre— me hice ovillo entre mis sábanas. Mamá se acosto a mi lado.

—Romina se qué pasa algo más, necesito que me digas, así podré ayudarte cariñito— me acariciaba el pelo, yo solo la abrace.

—Esta bien, si pasa algo más mamá —me refugié en su hombro —pero no se lo digas a nadie, menos a Lily—

—Me asustas cariño ¿qué ocurre?—

—Yo encontré a mi mate hace unos años y es Zaid. — mi mamá no lució nada sorprendida, al contrario tenía un gesto comprensivo.

—Cariño, esto no me sorprende — ahora si la sorprendida fui yo — eras demasiado cercana a él, desde que naciste. Siempre te calmabas cuando él te cargaba, los primeros pasitos que diste sola fue para ir tras él, Zaid fue uno de los primeros nombres que dijiste bien. —

—No recordaba eso — le admití con vergüenza.

—Eras muy pequeña Romina, ahora entiendo porque siempre te mira así Mina—me abrazo.—además sigo en deuda con él, porque sino fuera por su magia no te hubiera encontrado— recordando el secuestro que sufrí cuando tenía 2 años, no lo recordaba mucho.

—¿Qué? — mi mamá solo negó tranquilamente.

—Cariño yo no puedo decírtelo, tú tienes que averiguar. Solo te dire que nunca había visto a Zaid Weisz mirar con tal intensidad a una mujer, solo a ti—eso desprendió demasiada curiosidad.

—Gracias mamá, necesitaba sacar eso de mi ser — ella me besó la frente y dejo comida a un lado.

—Ahora come jovencita— asentí al ver su mirada comencé a comer. — y saca a Ariel a pasear, mírala se muere por salir tu cría—

En Sidt, los gemelos Melbrock entraban a una de la cadena de hoteles donde su padre era uno de los socios mayoritarios.

—Si Lils, mis ahijados estarán bien a mi cargo. Sabes que nada me cuesta para tomarme un día y disfrutar con ellos un día de playa — hablaba por teléfono Zaid, con sus ahijados Henry y Wyatt Melbrock.

Como aún eran menores de edad, necesitaban un adulto responsable que los cuidara.

—Bien padrino — decia Henry mientras iban al área de la piscina y más atracciones. —Tia Romina — gritó corriendo a abrazarla junto con Wyatt. La chica solo abrió los brazos para recibir a sus sobrinos.

—Te he dicho que no me digas tía, Henry —lo reprendió con diversión la chica, pero Henry Melbrock le encantaba sacar de sus casillas a su tía Mina.

—Sí tía Mina — con más diversión. Zaid estaba pensando en cómo saludarla después de la última vez que la vio, las cosas quedaron muy tensas.

—¿Todavía sigues flotando?— pregunta Wyatt, la chica le enseño las piedras en su bolsillo.

—Todavía, aún no lo controló —en eso quedó enfrente de Zaid y lo miró con seriedad — Weisz— Zaid Odiaba tanto cuando lo llamaba así, lo llamaba así desde los 14 años. Solo una vez lo llamo Zaid y fue la otra noche que estaba muy mal.

—Muñequita— le dijo con la misma tranquilidad que le caracterizaba. Romina solo lo ignoro y siguió caminando a la piscina con sus sobrinos.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora